La película de la “Ley de Herodes” le que quedó como traje de sastrería, ya que como fue exhibido en contraparte.mx bajo la columna “Fernando Crisanto se roba presupuesto de Comunicación Social”, en la que hace referencia del robo millonario del presupuesto de comunicación en la que lo repartió entre amigos y empresas fantasmas de su propiedad con prestanombres, lo caracterizó su ambición de obtener una riqueza a costa de otros medios para recordar los tiempos del marinismo, en la que obtenía sumas millonarias de dinero para cubrir la pedofilia y corrupción del político buscado ahora por la Interpol “Mario Marín Torres”.
Y es que a medios de recién creación, se acercaba para ofrecerles una suma grande de dinero de entre los cien mil pesos de convenio a cambio de que le regresaran el 50 porciento de lo que les daba; “pues según él, para ayudar, también debía recibir”.
Quien no se cuadrara bajo estas condiciones, lo votaba literalmente de su agenda de medios, le cerraba los micrófonos y también la oportunidad de crecer como medio alternativo para los poblanos.
Bien dice el dicho que "más sabe el diablo por viejo que por diablo".
El problema ahora, es saber hasta dónde llega su ambición por el dinero y el poder, ya que a pesar de no ser nombrado por esta nueva administración, dicen los comentarios de pasillos del departamento de comunicación, piensa y analiza en cómo conseguir más dinero, pero ahora en esta nueva administración.