¿A qué hora se les ocurrió a Mario Riestra Piña y Eduardo Rivera Pérez contratar los servicios de Javier Lozano Alarcón como su asesor y vocero, marginando a Nancy de la Sierra, Nadia Navarro y Humberto Aguilar Coronado? 

A pesar de que faltan más de 10 días para empezar las campañas estatales, el candidato de la coalición “Mejor Rumbo para Puebla”, Eduardo Rivera Pérez a puesto lonas en diferentes puntos de la capital poblana. 

Atrás quedaron los años de gloria del PRI; de disciplina dictada por la cúpula; de hegemonía política sin rival que le hiciera sombra; de lucha interna por ganar candidaturas, bastando ser amigo del poderoso. 

Mario Riestra Piña, acudió como invitado a la presentación de la Agenda Institucional 2024, de la Universidad Iberoamericana Puebla, donde también asistió Eduardo Rivera Pérez.  

Los dos períodos que ha tenido como alcalde el panista y cabecilla de la secta ultraderechista “El Yunque”, han dejado mucho que desear, centrando sus obras en su programa estrella de bacheo, creyendo que con eso se combate la inseguridad, la pobreza y la falta de agua que laceran a la capital de la entidad poblana. 

Eduardo Rivera Pérez, panista toluqueño y una de las cabezas de la secta “El Yunque”, está muerto electoralmente a 3 meses de los comicios del 2 de junio. Las circunstancias adversas le obligan a actuar desesperado, fuera de la razón. 

De acuerdo a la encuestadora Mitofsky, el senador poblano Alejandro Armenta mantiene una gran ventaja sobre su homólogo, Eduardo Rivera por más de 25 puntos de diferencia. 

La presidenta municipal de esta localidad, Paola Angón Silva, fue sorprendida en una conversación que ya circula en todas las redes sociales, confesando que pagó 2.5 millones de pesos al pinche líder del PRI, Néstor Camarillo, por una candidatura y ahora tendrá que pedirle se los devuelva; además, afirma que tendrá que pactar con el pendejo de Salomón, en referencia al gobernador del Estado. 

Los poblanos recuerdan al corrupto y soberbio Javier Lozano Alarcón por su tempestuosa vida y su derrota estrepitosa en el distrito 11 federal por el PRI en el año 2000. Quería ser diputado y se tuvo que ir de la ciudad odiando a la gente, dejando como recuerdo su lujosa casa de campaña en la avenida Juárez y sus escabrosos problemas familiares. 

De acuerdo a la LaEncuestaMx, Alejandro Armenta, se mantiene a la cabeza con 20 puntos porcentuales de diferencia de su homólogo Eduardo Rivera.