La icónica película, dirigida por Sergio Arau y coescrita por él y Yareli Arizmendi, se ha convertido en un referente cultural y social, resaltando la importancia de la comunidad mexicana en Estados Unidos. Un hecho curioso y poco conocido es que los actores que participaron en el cortometraje original recibieron solo un dólar por su trabajo, una anécdota que revela la pasión y el compromiso detrás del proyecto. 

El origen de “Un Día sin Mexicanos” 

La génesis de “Un Día sin Mexicanos” se encuentra en un momento de crisis personal para Sergio Arau. Tras una serie de proyectos fallidos y dificultades económicas, conoció a Yareli Arizmendi en San Diego. “Yo estaba súper deprimido,” recuerda Arau. “Yareli había venido a hacer el casting para ‘Como Agua para Chocolate’ y comenzamos un romance. Ella fue quien sugirió la idea que detonó todo: ‘hay que hacer algo para que revaloren nuestra presencia en Estados Unidos’”. 

En los años 1993 y 1994, California vivía una situación tensa con respecto a la inmigración, exacerbada por la campaña de reelección del gobernador Pete Wilson, que culpaba a los inmigrantes indocumentados de los problemas del estado. “Era una época muy agresiva,” comenta Arau. “Solo con hablar español, te miraban mal en San Diego. Fue entonces cuando pensamos en crear algo que hiciera reflexionar a la gente sobre la importancia de los mexicanos.” 

El corto que inició todo 

El proyecto inicial fue un cortometraje, financiado parcialmente por el Museo Nacional de Arte Mexicano en Chicago. “Con la lana que nos adelantaron compramos una cámara digital y con eso hicimos la película,” explica Arau. “Le pagamos un dólar a cada actor, que eran nuestros amigos.” Este corto tuvo éxito en varios festivales, ganando el premio del público y llamando la atención de productores de Altavista Films, quienes impulsaron la realización del largometraje. 

Un largometraje de culto 

Gracias al éxito del cortometraje, “Un Día sin Mexicanos” se convirtió en un largometraje, manteniendo al elenco original que trabajó en el corto por un dólar. “Todos los que trabajaron en el corto regresaron para el largometraje,” añade Arizmendi con gratitud. La película se estrenó con gran éxito y rápidamente se convirtió en un referente cultural, abordando temas de migración con humor y sátira. 

Vigencia de “Un día sin mexicanos” 

A 20 años de su estreno, “Un Día sin Mexicanos” sigue siendo relevante. Arau reflexiona sobre el discurso político actual, que se ha polarizado aún más con figuras como Donald Trump.  

“El discurso que escribimos hace 20 años sigue siendo el mismo que escuchamos ahora: que los inmigrantes roban trabajos, traen drogas, y son una amenaza,” señala Arizmendi. “Es increíble cómo el miedo sigue siendo una herramienta política efectiva.” 

La proyección en la Cineteca Nacional no solo es una celebración del éxito de la película, sino también una invitación a reflexionar sobre la situación de los inmigrantes. “Lamentablemente, la película sigue siendo vigente,” dice Arizmendi. “Es un recordatorio de que debemos empoderarnos como comunidad latina y trabajar juntos para cambiar las cosas.”