Guaidó anunció ayer miércoles que brigadas de voluntarios, que espera lleguen al millón, irán por la ayuda a varios puntos en los estados de Táchira y Bolívar, limítrofes con Cúcuta, Colombia y Roraima, Brasil, donde hay centros de acopio, y a Puerto Cabello y La Guaira.
En Cúcuta está el principal centro de acopio de medicinas y alimentos enviados por Estados Unidos, y el viernes será escenario de un megaconcierto en un extremo del puente binacional Tiendidas, organizado por el multimillonario Richard Branson para recaudar 100 millones de dólares.
En contrapartida, el gobierno anunció conciertos el viernes, sábado y domingo, en el otro extremo del mismo puente, que comunica a Cúcuta con Ureña, en Táchira.
Guaidó, también jefe legislativo, convocó a manifestaciones el sábado para acompañar varias caravanas que irán por la ayuda y una movilización a las guarniciones militares.
La gran incógnita es cómo pasarán la carga si Maduro, respaldado por la Fuerza Armada, ha rechazado la ayuda.
Pero aunque los militares bloqueen algunas zonas, la frontera de 2.200 km entre Venezuela y Colombia es muy porosa. Algunos sectores son controlados por mafias del contrabando de gasolina y droga que operan en pasos clandestinos.
Ante la escasez y la voraz hiperinflación, a diario pasan cientos de venezolanos por el puente Simón Bolívar, principal paso peatonal que une a Cúcuta y San Antonio Táchira, y por unos 30 pasos ilegales que, según la policía colombiana, existen en la zona.