Según el análisis “Activar la economía local comprando lo nuestro”, realizado por Miguel Ángel Corona Jiménez, académico en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana, al no contar con seguridad social o salario base, las personas que están ocupadas en el sector informal, se ven obligadas a salir a cubrir el salario del día y atenerse a los riesgos sanitarios que esto conlleva .
Puebla cuenta con 2.9 millones de personas ocupadas, de ellas, dos millones 61 mil trabajan en la informalidad, que representan el 71.6 por ciento, según los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al cuarto trimestre de 2019.
“El panorama actual nos invita a reflexionar sobre las formas en que podemos contribuir a la economía desde el consumo local, la solidaridad y la mesura. Con la entrada en la fase 2 de la contingencia sanitaria por el coronavirus, la economía se encuentra en estancamiento ante la baja en el consumo de bienes y servicios. Las afectaciones son para todos, tanto para la economía formal como la informal. Los riesgos para las personas ubicadas en el sector informal se traducen principalmente en la incertidumbre, misma que se potencia con la falta de oportunidades de trabajo durante las fechas de guarda. Además, al no contar con seguridad social o salario base, estas personas se ven obligadas a salir a cubrir el salario del día y atenerse a los riesgos sanitarios que esto supone”, explicó.