Y es que el estar expuestos a labores con cierto grado de peligro o explotación el que los niños trabajen tiene repercusión negativa en el desarrollo mental, social, educativo y físico de los niños. De ahí que especialistas y autoridades hacen un llamado a su erradicación, que refrendan año con año durante la celebración de este día en el mundo, instituido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2002.

Día Mundial contra el Trabajo Infantil: cifras en el mundo

Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destaca que, pese a los avances registrados desde el año 2000 en torno al tema, aún hay 160 millones de niños trabajando en todo el mundo, lo que representa alrededor del 10% de la población de menores de edad

Mientras que África es el continente donde más se registra trabajo infantil, con una quinta parte de los menores explotados, con un alrededor de 72 millones, toda vez que la institución destaca que las crisis, conflictos sociopolíticos y la pandemia de COVID-19 han provocado que más familias entren en pobreza, lo que a su vez incrementa el trabajo infantil.

¿Qué dicen la cifras en México?

En México, de acuerdo con las cifras más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2019 trabajaba el 11.5% de los 3.3 millones de personas de entre 5 y 17 años, de los cuales se estima que 1.1 millones realizaban alguna actividad peligrosa, como en bares o en los sectores de la construcción y el agropecuario.

Toda vez que de los niños que realizaban quehaceres domésticos en las viviendas del país, alrededor del 7.3% lo hacía bajo condiciones peligrosas o inadecuadas, destacando los horarios prolongados con posibles afectaciones a la salud e integridad física.

Unir fuerzas contra el trabajo en la infancia

A la par, especialistas destacan que su erradicación requiere de una acción concertada a nivel global, por lo que gobiernos, organizaciones, sociedad civil y sector privado deben unir fuerzas para abordar las causas subyacentes de esta problemática y garantizar a los niños el acceso a una educación de calidad y a entornos seguros y protectores.

En tanto que la ONU aprovechó para llamar este 12 de junio a la ratificación universal de Convenio número 138 de la OIT respecto a la edad mínima de admisión al empleo, pues dota a los niños de protección legal contra el trabajo infantil.

Ello, a parte de pedir una actuación más enérgica por parte de las autoridades alrededor del mundo a fin de lograr la justicia social, la aplicación del Llamamiento a la Acción de Durban para la Eliminación del Trabajo Infantil.

Mientras que tanto la sensibilización como la educación desempeñan un papel crucial en la lucha contra el trabajo infantil, siendo que la sociedad debe comprender la gravedad de esta problemática y promover un cambio de actitud hacia el valor y la protección de los derechos de la infancia, a la par de generar espacios de diálogo y colaboración entre los distintos actores para compartir buenas prácticas y fortalecer las estrategias de prevención y erradicación.

Una conmemoración reciente

El Día Mundial contra el Trabajo Infantil fue instituido por la OIT apenas en 2002, con la adopción a nivel internacional de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015, que incluían un renovado compromiso para acabar con esta práctica, destacando la “Meta 8.7”, que pide la adopción de medidas para erradicar el trabajo forzoso, así como la trata de personas y las formas contemporáneas de esclavitud, además del reclutamiento utilización de niños soldados, con el fin de terminar con esta práctica n todas sus formas para 2025.

Sin embargo, la ONU también destaca que no todo trabajo en la infancia es malo y debe ser eliminado, pues existen algunas labores benéficas que no atentan contra su desarrollo personal y salud, ni interfieren con la escuela, como lo son su participación en el negocio familiar, labores domésticas y los trabajos temporales durante las vacaciones y fuera del horario escolar con la finalidad de ganar un dinero extra.

En este marco, resalta, sin embargo, que deben erradicarse todas las labores que priven “a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico”.