Es mi certeza y la de millones de poblanos, sin duda.
Será el próximo gobernador de Puebla y junto con ello surgirá una nueva era.
Se abrirá en breve la etapa del armentismo; un cambio profundo en la manera de gobernar; incentivar; trabajar; generar oportunidades; hablar con la verdad; desterrando la simulación, la corrupción e impunidad, que son un cáncer social.
Hoy, estuvo Alejandro Armenta en la universidad Anáhuac y dejó buen sabor de boca en estudiantes y maestros, incluyendo a su rector José Mata Temoltzin. “Vamos por el sueño poblano de que todos los jóvenes tengan oportunidad de estudiar y construir esa posibilidad de superación”, es una frase que soltó el candidato al gobierno de Puebla, pero no como un simple slogan de campaña, sino sintetizando lo que es su pensamiento sobre el humanismo mexicano y la revolución de las conciencias, que tienen que ver con el progreso y bienestar colectivo.
La oratoria de Armenta llama la atención, porque no gusta de llevar discursos escritos. Diserta en su propio sentir, en su experiencia recogida a través de décadas de trabajo, capacidad y perseverancia.
Ha calado en todos los estratos socioeconómicos.
Los hombres de empresa inmersos en el CCE, han tenido que aceptar que tienen enfrente a un político completo con deseos de trascender. Más allá de sus filias y fobias, demostraron con su actitud, en la visita de Armenta, que él es la figura que transformará para bien el porvenir.
En la UPAEP, la cuna de “El Yunque”, se doblegaron los incrédulos que creían que Armenta no acudiría ante la comunidad académica y los jóvenes alumnos. Aparte de desengañarse, fueron testigos de su exposición con ideas coherentes, propuestas viables, proyectos que cambiarán el rostro del Estado de Puebla, escuchando las críticas a la ineptitud del exalcalde del PAN, Eduardo Rivera Pérez.
En otras circunstancias, decirle sus verdades a su hijo predilecto, hubiera sido una afrenta. Hoy, saben que hay razones de sobra para que en Puebla se rechace a Eduardo Rivera. Y si no fue suficiente, los estudiantes ofrecieron su voto a Alejandro Armenta, acariciaron a “Tommy” y quedaron satisfechos con el conversatorio.
Los obstáculos fueron impactados por el talento.
POSDATA: “Tommy”, el bello ejemplar canino que acompaña a Alejandro Armenta, es ejemplo fehaciente de lealtad, virtud que tiene que ver con la amistad, nobleza y honradez. Muchos políticos y periodistas tienen y deben aprender. Me refiero a esos que gustan de la deslealtad que se traduce en traición.
POSDATA 2: El título de la columna, ABC DE LA POLÍTICA, fue creación, hace 40 años, de mi papá el periodista Ángel García López, quien fuera director de El Sol de Puebla; jefe de prensa del alcalde Victoriano Álvarez García; dueño del periódico ABC Puebla; consejero de alcaldes y gobernadores; hombre entregado al gobierno de México en el sexenio de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), atendiendo comisiones en el servicio exterior mexicano que en ese entonces estaba a cargo de Emilio O. Rabasa.
Yo, retomo ABC DE LA POLÍTICA, yendo de la mano con REFLEXIONES.
Un honor, para mí, revivir la columna a casi 20 años del fallecimiento de mi papá y maestro en toda la extensión de la palabra.
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