Al parecer a muchos les ha quitado el sueño la sucesión en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, sufriendo de ansiedad y recurriendo a reflectores que lejos de crearles buena imagen, se ven desesperados por darse a conocer apostándole al olvido, y pidiendo que la prensa no toque temas macabros como “sus pasados” entre malas mañas, malos tratos, sus abusos e incluso sus relaciones familiares y de “amistad”.
Y mientras algunos periodistas aprovechan el momento para cobrar por sus participaciones o incluso para descalificar. Lo cierto, es que a ese blanco que pretenden minimizar “ni suda, ni se acongoja”.
Muchos se han preguntado ¿Y dónde anda Lilia Cedillo? Y la respuesta es simple. La investigadora y catedrática está centrada en lo mejor que sabe hacer: Trabajar.
Con su característica bata blanca y sus lentes de protección; Lilia Cedillo está concentrada en dar resultados positivos para la BUAP su “alma mater”.
Fueron 23 días de arduo trabajo desde las 5:00 am; la investigadora y catedrática Lilia Cedillo fue la encargada del filtro sanitario que se implementó en el proceso de admisión en la BUAP, logrando la aplicación de más de 4 mil pruebas evitando contagios y garantizando a padres de familia y alumnos la seguridad de que cada rincón e inmueble utilizado para el examen estaba debidamente sanitizado.
Enhorabuena a todo el personal de DASU, PC, DAE, CCU, Centro de Detección Biomolecular y pasantes de medicina por el trabajo conjunto y coordinado.