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El hueco político tras la extinción morenovallista

Escrito por Henry Sánchez Ortiz

Si las campañas electorales que vivimos en 2018 fueron por muchos motivos la más difícil, la obsesiva de los precandidatos en estas elecciones será más compleja de lo que imaginamos, pues como todo; no hay proceso democrático exento de ruido y dudas.

Es un inédito que pasemos por una elección tan relevante, que por más críticas que surjan del imperio morenovallista, pareciera ser que era él quien mantenía una disciplina no sólo con el PAN, sino de todos los partidos políticos existentes en el estado de Puebla.

Pues sin este personaje, ahora todos quieren salir a relucir y llevar a cabo lo que criticaban en todo momento del ahora occiso Rafael Moreno Valle.

Es probable que la atención que se le ha dado a su muerte, nos haya hecho perder de vista la relevancia que tiene el que esté en juego la gubernatura de Puebla.

Para que nos demos cuenta del tamaño del proceso, pongamos como ejemplo el registro de Nancy de la Sierra como precandidata de Morena rumbo a la gubernatura de Puebla, esposa del diputado José Juan Espinosa Torres, que por cierto es el presidente del Congreso, mismo que criticó la aspiración de Martha Erika Alonso Hidalgo al gobierno del estado por ser esposa de un político que estaría pues en una función pública (fue este mismo personaje que decía tenía que frenarse que una familia estuviera al frente en diferentes poderes de la nación en un mismo régimen).

Hablando del grupo de Morena, los que en realidad están en un momento de competencia para ganarse la candidatura son, Luis Miguel Barbosa Huerta, quien fue candidato de este partido en las elecciones pasadas, y luchó hasta el final para la impugnación del triunfo de Martha Erika Alonso, que por este ejercicio de derecho se le pasó el tiempo quedando fuera del gabinete de Andrés Manuel López Obrador y el segundo personaje de peso, es Alejandro Armenta Mier, quien en las elecciones pasadas no sólo ganó la senaduría; sino que además fue el personaje que obtuvo la mayor votación en el estado de Puebla con un millón 200  sufragios efectivos.

Lo que se juega va más allá de la elección o de poderes en un partido político, sino del poder y la imagen que tiene cada político en el estado, ya que hay un PAN al cual lo abandonaron sus partidos de coalición, un PRI que araña su regreso a Puebla sin su fiel amigo el Verde Ecologista, esperando un tropiezo de Morena, partidos pequeños como Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo, que le hacen la barba al partido de López Obrador, pues saben que con candidato o no va por encima de las encuestas, Morena vive una división por la competencia de quien es merecedor de la candidatura, aunque como dije al inicio todos se quieren trepar del poder de este partido, incluso personajes como Nancy de la Sierra a la que menos interés le ponen por su imagen opaca como la de su esposo José Juan Espinosa Torres. Si no me creen, busquen las campañas negras y están enfocadas a Armenta y Barbosa únicamente, pues ya sea por la enfermedad de Luis Miguel o el que hubieran votado por Armenta como senador por seis años y no seis meses, han sido las mayores armas de este ataque mediático.

No cabe duda que va a ser alto el costo político de quienes buscan la gubernatura poblana, los poblanos hemos sido testigos de la rebatinga y de la búsqueda de formas en que se pueda violar la ley a través de mecanismos burdos, ley por cierto hecha por los propios partidos, estamos apenas en el inicio y ya estamos cerca de pedir piedad.

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