La Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido ha actualizado sus datos en marzo de 2021 y estima que 1.100.000 personas han presentado síntomas de ‘COVID-19 persistente’ en el Reino Unido con una duración superior a cuatro semanas.
Los síntomas duraron más de 12 semanas en un 65% y habrían limitado las actividades de la vida a un 20% de los sujetos.
Según el Instituto Nacional para la Investigación de la Salud británico, un 20-30% de las personas que no ingresaron en el hospital en la fase aguda presentaron al menos un síntoma un mes más tarde, y un 10%, tres meses después.
Además, el 12% de los niños entre 2 y 11 años, y el 14,5% entre 12 y años relataron síntomas de fatiga, tos, cefalea, dolor muscular o pérdida del gusto u olfato cinco semanas después de padecer la COVID-19.