“Acabamos de aprobar por unanimidad en el consejo directivo del Inpec (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario) la declaratoria de la emergencia carcelaria”. Esto informó a la prensa el ministro de Justicia, Néstor Osuna, quien resaltó la medida tiene por objetivo reforzar la seguridad en las prisiones 

Las agresiones a guardias en Colombia 

El sábado, un guardia fue asesinado a tiros por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta a la salida de la cárcel de San Sebastián de Ternera, en Cartagena. 

Otro asalto contra carceleros se registró en el municipio de Jamundí, con un número indeterminado de guardias del Inpec heridos, según las autoridades. De acuerdo con medios locales, se trató de un ataque a disparos. 

También, “se conocieron panfletos amenazantes en distintos centros carcelarios”, indicó el ministerio en un boletín. 

Ante los ataques, un sindicato de funcionarios penitenciarios había amenazado con ir a paro si no se tomaban medidas. 

“La emergencia carcelaria tiene dos finalidades: (…) proteger la vida y la integridad de los guardianes de las cárceles y erradicar completamente la extorsión y corrupción que provenga” de las prisiones, explicó Osuna. 

Una de las primeras medidas será, según el ministro, la asignación de “un fiscal específico para (investigar) homicidios contra guardianes del Inpec y otro fiscal específico para casos de extorsión carcelaria y corrupción”. 

El domingo, Osuna había anunciado el “refuerzo policial alrededor de todas las cárceles del país”. Así como el apoyo de las Fuerzas Militares para proteger la vida y la libertad de los guardias. 

“Las estructuras criminales tienen que saber que el Estado de derecho prevalecerá y las someteremos al cumplimiento de la ley”, advirtió entonces. 

La emergencia penitenciaria en Colombia llega en momentos en que se registra una seria crisis de seguridad en la vecina Ecuador. Donde una veintena de grupos criminales han desplegado una violenta muestra de poder desde las cárceles en represalia por la política gubernamental de mano firme para enfrentar la arremetida del narcotráfico. 

El sistema penitenciario de Colombia alberga a más de 190 mil presos en serias condiciones de hacinamiento, según cifras oficiales.