Hasta el momento, una docena de técnicos, hombres y mujeres, fueron separados de sus áreas y aislados en salas de juntas, donde permanecieron una semana completa por no ser “funcionales”, a lo que ellos respondieron que “no son máquinas”.
Dichos despidos, se dio a un grupo de 12 trabajadores de la fábrica de Audi en Puebla, que comparten la característica de tener limitaciones físicas en sus extremidades, por lo que fueron informados que se les dio de baja de sus áreas de trabajo y su futuro dentro de la armadora de autos de lujo era incierto.
El director de Recursos Humanos los citó en el horario de oficina, de 8:00 a 17:00 horas, y los reunió en una sala de juntas para decirles que sus puestos ya habían sido ocupados por hombres y mujeres de nuevo ingreso.