Este fin de semana, “casualmente” Adán Domínguez dio a conocer los logros del gobierno panista, a un grupo de panistas en el Hotel Quinta Real, sobre saliendo mucho el nombre de Eduardo Rivera.

Y es que no es casualidad que este evento se haya hecho específicamente para abrir paso a Eduardo Rivera, para presumir de una forma muy sutil la postura de algunos consejeros estatales que piden la dirigencia nacional para Eduardo Rivera.

En dicha reunión, estuvo ausente personajes como Augusta Díaz de Rivera, Lupita Leal, Mario Riestra, y Rafael Micalco.

Esto no es extraño, Eduardo Rivera nunca a querido en sus filas a Mario Riestra por su historia cercana con el finado Rafael Moreno Valle, y con demás personajes no es extraño saber que Eduardo Rivera es un excelente sociópata, que sólo busca cercanía de las personas y cuando ya no son de utilidad los desecha como si fuera basura o los traiciona a su mas y singular estilo descarado.

Eduardo Rivera ensaya cada discurso a decir como una prosa poética en concurso escolar, es ahí donde uno debe tener mayor miedo en ofrecerle un poder tan grande como lo es la dirigencia nacional del partido.

Eduardo Rivera no es de fiar, ni mucho menos de otorgarle un partido a nivel nacional donde al estilo de Marko Cortés, podría en próximas elecciones tener todo y no dejarle nada a la militancia del PAN.

No es la primera vez que traiciona, por algo el PAN está dividido, y la militancia a pesar de no ser buenos estrategas políticos, creo saben bien la clase de político que es Eduardo y de lo que podría pasar en caso de llegar a la dirigencia nacional de su partido. Bueno claro está que, si quieren que desaparezca el partido, Eduardo Rivera siempre será la mejor opción.