A sus 53 años, Hunter Biden se enfrenta a tres cargos por la compra en 2018 de un revólver Colt Cobra calibre 38. Dos de éstos son por mentir declarando que no consumía drogas ilegales en los formularios que rellenó para la compra de la pistola, con un tercero por posesión ilegal de arma, que tuvo durante 11 días en octubre de 2018 antes de deshacerse de ella.
Mientras que este martes se declaró no culpable cuando le leyeron los cargos en un tribunal federal de Wilmington, la ciudad de origen de los Biden, tras lo cual quedó en libertad.
Sin trato especial
Al respecto, su abogado Abbe Lowell había pedido al juez Christopher Burke permitir a su cliente, residente en California, comparecer por video en lugar de en persona, pero la solicitud se le denegó.
“El acusado no debería recibir ningún trato especial en este asunto”, expuso Burke.
Asimismo, al juzgador le pareció importante su comparecencia, entre otros motivos, porque “la mayoría de las acusaciones contra el acusado son nuevas y no se mencionaron en su anterior” visita judicial, en julio de este año.
En julio, el acusado llegó a un acuerdo con el fiscal federal David Weiss sobre los cargos de evasión fiscal y de posesión de arma para evitar la cárcel, pero una jueza era escéptica sobre algunos de los términos y quedó en nada.
Si se le declara culpable, Hunter Biden se expone, en teoría, a hasta 25 años de prisión, aunque en la práctica este tipo de delitos no suelen castigarse con cárcel, a menos de que vayan acompañados de otros cargos.
También por evasión fiscal
Por otro lado, David Weiss, quien ascendió a fiscal especial para la investigación de Biden luego de que fracasó el acuerdo de culpabilidad, ha dicho que también lo investiga por posible evasión fiscal.
Entretanto, los republicanos arremeten contra Hunter Biden por sus negocios en Ucrania y China cuando su padre era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) y acusan a los demócratas de hacer todo lo posible para enterrar los procedimientos judiciales contra él.
En este sentido, Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes, cedió a las presiones del ala más dura del Partido Republicano y el mes pasado autorizó el inicio de una investigación de destitución contra Joe Biden.
Sin embargo, a Hunter no se le ha acusado de ningún delito vinculado con sus negocios en el extranjero, a la vez que aún no se han presentado pruebas que demuestren que el presidente Biden estuviera involucrado en algo ilegal.
Hunter Biden es un abogado formado en la prestigiosa universidad de Yale y reconvertido en artista. Durante su vida sufrió adicciones al alcohol y al crack, que vincula al accidente de tráfico en el que murió su madre y su hermana cuando él tenía 3 años, cuando Hunter tuvo que ser hospitalizado con una fractura craneal.
Además, vivió a la sombra de su hermano Beau, quien tuvo una carrera militar brillante y se dedicó a la política antes de sufrir un cáncer cerebral en 2015.
El presidente Biden, de 80 años, siempre ha apoyado a su hijo durante sus luchas personales y legales. Incluso, durante una entrevista a principios de este año dijo que Hunter “no ha hecho nada malo”, “confío en él. Tengo fe en él”, afirmó.