Las primeras celebraciones pretendían sustituir las festividades aztecas, ya que en el México prehispánico se celebraba el advenimiento de Huitzilopochtli (Dios de la Guerra) durante la época invernal, se les llamaba Panquetzaliztli y duraban del 16 al 26 de diciembre.

Estas fechas tenían cierta coincidencia con aquellas en las que los europeos celebraban la Navidad, por lo que la celebración fue cambiando, debido principalmente a la evangelización que se realizó en la Nueva España, sustituyendo la imagen de Huitzilopochtli por la de María y José y la llegada del niño Jesús.

Actualmente cada 16 de diciembre se inicia la Novena de Navidad y comienza la cuenta regresiva para celebrar el nacimiento de Jesucristo, lo que en las posadas representa el trayecto que realizaron José y María de Nazaret a Belén y su búsqueda de alojamiento cada una de esas noches.

Las posadas constan de algunos elementos o símbolos:

    Peregrinos

    Velas

    Los que dan posada

    Oración

    Piñata

    Palo

    Venda o pañuelo para cubrir los ojos

    Colación

Quienes dan posada representan al buen samaritano, que albergó durante una noche en su casa a José y María en su peregrinar rumbo a Belén, se les representa con el canto de los villancicos.

Las velas representan la luz que guío a los peregrinos en su andar, la luz de Jesús en nuestras vidas.

La oración en las celebraciones es para procurar la reconciliación y la penitencia.

La piñata tradicional es una estrella de siete picos rellena de dulces o fruta, cada uno de los picos representa a los siete pecados capitales: lujuria, pereza, gula, ira, envidia, avaricia y soberbia.

El palo con el que se rompe la piñata representa la resistencia ante las tentaciones, la fortaleza para no caer en el pecado.

La venda representa la oscuridad que nos acerca a los pecados o las tentaciones.

Los dulces o fruta de la piñata representan el premio a las buenas acciones y las bendiciones que se reciben al vencer las tentaciones.

La colación en las posadas, o bien, el compartir algo de comer con los invitados, representa el compartir los bienes.