La semana pasada se presentaron a denunciar varios actos de corrupción de los cuales la SEP se hace de la vista gorda y el sindicato charro peor. La punta del iceberg es en esta ocasión la Secundaria General Número 9 México 68 En la capital poblana.
Se mencionó la venta de droga, la introducción de alcohol y que los alumnos son amenazados, agredidos y extorsionados, desgraciadamente no es el único plantel, son muchos, incluso hay instituciones particulares donde también circulan distintos grupos de droga.
Al compartirlo en redes, el caso se hizo viral. Lo sorprendente es el cinismo de algunos adolescentes que comentaron que consumen marihuana, cervezas, cigarros. Algunos se quejaron que no los dejan fumar en el salón!
Otra vez me acordé de la canción del Buki: “a dónde vamos a parar”. La situación empeora en zonas como la del triángulo rojo o en la Mixteca Poblana, en la Sierra Negra, dónde el crimen organizado ha fomentado el utilizar “halcones” para vigilar todo movimiento. Los alumnos de primaria y secundaria van a la escuela a todo, menos a clases.
Lo que hace el director José Humberto Romero Méndez en la México 68 es sólo un ejemplo de lo que solapa y protege Alejandro Ariza Alonso líder de la Sección 23 del SNTE, quien encubre a docentes agresores, Quienes son esbirros, peones de su politiquería.
Desgraciadamente éste sindicato, ganó más poder, acordaron con el Presidente Andrés Manuel López Obrador la entrega de las plazas magisteriales que se supone premie el mérito académico y dé prioridad a los egresados de las escuelas normales, pero está desafortunadamente es letra muerta. Lo que el SNTE va a hacer es usar esto como arma, como condicionante o garrote político. Las plazas seguirán vendiéndose al mejor postor en un tráfico sin fin o en su defecto, a quien se ponga de tapete, que sea incondicional a los deseos de los líderes, en una cascada de servilismo.
Retomando el caso de la México 68 que denunció Betsy Esmeralda Cadena Álvarez, madre de dos alumnos en ese plantel, el mencionado director ni siquiera tiene clave para trabajar, así como el director de nivel José Juan Rosas Tapia, ya hay varias líneas de investigación presentadas ante SEP, pero no pasa nada. Y es que la gran mayoría de los maestros ni siquiera están titulados.
Aún así se negaron a la evaluación, en la dichosa y mal llamada Reforma Educativa. Pero esa es harina de otro costal. Lo que si me atrevo a comentar es que por lo menos se mantengan actualizados, tomen cursos, diplomados, seminarios… que el SINADEP deje de ser pura simulación y en verdad capacite a los maestros, aún con cursos en línea que no se les vaya la señal a cada rato, como en la Sierra Norte.
Ya para concluir, la situación de inseguridad pública es directamente proporcional a todo lo que se permite en las escuelas, los vicios y la perdida de valores son los factores, pero los verdaderos villanos son los vendidos del SNTE y la SEP…ojalá cambié la situación con la llegada de Melitón Lozano Pérez, le damos el beneficio de la duda.