En la actualidad, gracias a las redes sociales, los diversos medios de comunicación y la globalización, es fácil que las personas estén al tanto de estas festividades tan importantes y populares en la sociedad.
Sin embargo, el problema está en la desinformación y la confusión que muchos hacen al asociar Halloween y Día de Muertos.
Halloween y Día de Muertos son dos celebraciones que tienen significados y orígenes diferentes pero que se celebran en fechas muy cercanas una de la otra, razón por la cual un gran número de personas las confunden e interpretan erróneamente.
Orígenes y objetivos
La diferencia entre estas costumbres radica en el tipo de almas que se creía que retornaban: en la tradición celta consideraba que quienes regresaban eran espectros y almas en pena que querían hacer daño a los vivos, por ello colocaban huesos de animales y elementos desagradables que ahuyentaran a los espectros de las casas, pero también algún obsequio, de forma que se retiraran pacíficamente y hubiera un año lleno de plenitud. Probablemente de ahí venga la tradición de salir a pedir dulces en la noche de Halloween
Pero Halloween, Noche de brujas o Noche de Víspera de Todos los Muertos es una celebración pagana, resultado del sincretismo cristiano y la festividad pagana celta del Samhain, que marcaba el fin de la temporada de cosecha y el inicio del invierno el 31 de octubre.
También se creía que durante esa noche se abrían las puertas del “otro mundo” y las almas de los muertos llegaban a la tierra de los vivos en forma de espanto.
No obstante, la palabra Halloween deriva de la contracción en escoses All Hallowsʼ Eve, y que significa “Víspera de Todos los Muertos”. Se suele celebrar en Estados Unidos, Irlanda y en muchos otros países en general.
Ahora bien, Día de Muertos es una celebración de origen prehispánico, especialmente celebrada en México y Centroamérica.
Durante el período de la colonización se impuso el cristianismo sobre la cultura azteca y, a fin de sincretizar las costumbres y festividades de los santos en general, se decidió que el día 1 de noviembre se celebra el día de Todos los Santos y el 2 de noviembre sería para conmemorar el Día de Muertos.
Cada 2 de noviembre es un día muy especial porque las personas recuerdan, celebran y hacen oraciones para sus familiares y seres queridos fallecidos.
Diferencias
Durante Halloween se acostumbra a tallar las calabazas para usar como lámparas, también conocidas como Jack OʼLantern (según una antigua leyenda Irlandesa).
Otra costumbre es adornar las casas con temas oscuros, fantasmales, alusivos a la muerte, esto con el fin de espantar a los malos espíritus y también se usan disfraces o decoraciones con los colores negro, morado y naranja.
Asimismo, los niños acostumbran a disfrazarse y pedir dulces con la frase, “¿Dulce o truco?”.
A diferencia, el Día de Muertos no se pide nada, por el contrario, se realizan ofrendas que se colocan en altares decorados con papel picado de muchos colores, flores, velas, alimentos, entre otros, a fin de darles la bienvenida a las almas de los difuntos al mundo de los vivos.
También se acostumbra ir para los cementerios para limpiar y decorar las tumbas de los seres queridos.
La humanidad siempre ha tenido gran fascinación por la muerte y esto es contrastable en la cantidad de rituales dedicados a la vida en el más allá. A lo largo y ancho del planeta, el culto a la muerte se hace presente de diferentes formas, ya sea como vía de reencuentro con los seres queridos, tributo a los dioses o burla.
De todas las festividades relacionadas con la muerte, las de Halloween y el Día de los Muertos son sin dudas las más llamativas y popularizadas y a pesar de que las dos celebraciones son diferentes, ambas nos hablan del retorno de los espíritus.