Ante la falta de empleos en el estado de Puebla, la mala administración y desinterés social por parte del gobierno del estado, resurgen las empresas que difunden y multiplican, exponencialmente, ofertas de trabajo falsas.
Si llevas bastante tiempo buscando trabajo y no has tenido respuesta, puedes convertirte en el blanco perfecto para las empresas fantasmas que se aprovechan de tu vulnerabilidad y que te ofrecen miles de pesos a cambio de poco trabajo. Ofertas que, a simple vista, parecen tentadoras.
Actualmente podrás encontrar estás ofertas en las diferentes páginas de Facebook, sobre todo en aquellas donde están destinadas a la publicación de ofertas y búsquedas de empleos y se venden como compañías de gran nivel. Lo que estas empresas ofrecen son horarios flexibles con altos ingresos, actividades sencillas y fáciles de realizar y, generalmente, no piden experiencia.
¿Cómo operan estás empresas?
Estas empresas ponen perfiles de mujeres y hombres bien presentable pero con una pésima redacción, ocupan frases de ganchos como ¡¡¡Trabaja 4 horas y gana más de dos mil pesos!!! ¡¡¡Urgente 50 vacantes!!! ¡¡¡Te contratamos hoy mismo!!! ¡¡¡Trabaja desde tu casa!!! Requisitos: hombres y mujeres de 18 a 60 años, con o sin experiencia y con disponibilidad para laborar cuatro horas diarias de lunes a viernes.
¿Sueldo? $2000 o más semanales.
¿Te interesa? Llama al licenciado tal o a la licenciada tal. Sólo verás el nombre de pila (Ana, Juan, Brenda, Pedro), ningún apellido. Si te encuentras con alguna de estas ofertas, descártalas de inmediato.
¿Qué sucede si decides contactarlos?
Llamada telefónica
–¿Bueno?
(Empezamos mal: ¿qué empresa atiende sus teléfonos diciendo “bueno”?)
–Hola. Quisiera informes del trabajo…
–Sí, ¿en dónde te enteraste del empleo?
–En Facebook
–Muy bien. Necesito que vengas a una entrevista hoy a las 5 de la tarde.
–Híjole, hoy no puedo. ¿Mañana?
–Uy, es que ya nada más tengo cinco puestos disponibles. Si en serio te interesa, tienes que venir ya.
–Le juro que mañana estoy ahí.
–Ok. ¿Tienes en dónde anotar?
Las oficinas
Llegué temprano. Es un edificio viejo y descuidado.
En la entrada del piso hay tres o cuatro personas muy sonrientes, muy amables, recibiendo a los candidatos. Me registro y paso a una sala de espera.
Entonces observo a los interesados en este trabajo: jóvenes entre dieciocho y veintitantos años. También hay gente más grande, pero menos.
¿Es en serio? Miles o millones de celulares con internet en el país, ¿y hay quienes aún no saben de esto?
“¿Dispones de otras una o dos horas para una plática?”
Me llaman a la primera entrevista. Es rápida. Investigan una vez más cómo y en dónde me enteré del empleo, el nombre del licenciado que venía en la publicidad, mi último grado de estudios y si tengo algún tipo de experiencia laboral. Digo que no.
A veces explican qué hace la empresa, a veces no. Al concluir, me preguntan si dispongo de 2 a 3 horas más para una plática. Digo que sí.
“Vender algo por una vez no te hace vendedor”
Somos doce en un salón. Nos sentamos. Enfrente de nosotros, con el rostro serio, una “ejecutiva” da su discurso:
Que la situación del país. Que el salario mínimo. Que la falta de oportunidades. Que los miles de licenciados que manejan taxis. Que tus ganas por salir adelante. Que tus agallas para empezar desde abajo en la empresa. Que tu valentía para lavar baños como parte del aprendizaje. Que una posible venta. Que vender algo por una vez no te hace vendedor.
Que ganarás $2000 a la semana. Que podrían convertirse en $4000. Que podrían ser hasta $5000.
Que si no sabes hacer nada, no importa. Que haber llegado hasta la primaria o hasta la universidad, ahí da igual. Que tu postura ha sido evaluada todo ese tiempo. Que aún no te han aceptado. Que deberás pasar un examen. Que vender algo por una vez no te hace vendedor…
La capacitación
Toda una semana de pláticas motivacionales. Varios “líderes” hablan de superación, de persuasión, de administración del dinero. Y, entre uno y otro tema, te dicen que deberás estar listo para el penúltimo o último día de la capacitación; deberás llegar al 200% para La Prueba.
La prueba
Invertir en perfumes para después venderlos.
Dependiendo el número de fragancias que consumas será el puesto que obtengas. Si colocas o no esos productos –de procedencia desconocida–, qué más da.
¿Firmas algún contrato? Sí, de compra-venta de perfumes, no laboral. En realidad, no existe ninguna relación de trabajo.
Y si haces eso, ¿qué empleo obtienes?Te conviertes en ejecutivo de reclutamiento y selección. Tendrás que volantear o pegar cartulinas o hacer promoción para que otras personas, así como tú, se enteren de la “oportunidad” y se acerquen a la empresa.
Al parecer, muchas empresas fantasma ya han sido denunciadas. Sin mucho éxito.
¿Qué nos queda como ciudadanos? Saber identificarlas y no caer en ellas.
Investiga a las compañías antes de acudir a sus oficinas. Si no sabes cuál es su nombre o razón social, escribe en Google la dirección a la que te citaron. Es posible que encuentres algo.
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(Experiencia laboral de de Marco Vargas)