El presidente ruso Vladimir Putin ratificó la suspensión por Rusia de su participación en el tratado de desarme nuclear INF firmado durante la Guerra fría con Estados Unidos, que fue el primero en denunciar el acuerdo en febrero.
En virtud de un decreto, Rusia deja de conformarse a este texto firmado en 1987 por las dos potencias, y que les prohibía el desarrollo de misiles terrestres de un alcance de 500 a 5.500 km.
Esta decisión anunciada en febrero ya fue aprobada en junio por el parlamento ruso.
El tratado sobre armas nucleares de alcance intermedio (INF) fue denunciado por el presidente estadounidense Donald Trump el 1 de febrero, y al día siguiente por Moscú. Los dos países se acusaban mutuamente de violarlo.
La firma del tratado INF puso fin a la crisis de los euromisiles provocada por el despliegue en Europa de los SS-20 soviéticos con cabezas nucleares, replicada por el emplazamiento de los Pershing estadounidenses.
Ahora, su suspensión hace temer una nueva carrera armamentística entre Moscú y Washington.