¿Qué le pasó a Laura Bajaras, mujer a la que le amputaron las extremidades?
Hace unas semanas, la mujer de 40 años adquirió, en el mercado local, un pescado que, sin saberlo, estaba infectado por la bacteria Vibrio Vulnificus. Al paso de los días, luego de consumirlo, Laura Barajas comenzó a presentar algunos malestares que la terminaron llevando al hospital, refiere el portal El Español.
En el hospital, Laura tuvo que ser inducida a un coma, explicaron amigas de la mujer. Además, recordaron que el color de sus extremidades comenzó a cambiar y tornarse negras, por lo que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.
“Le pusieron en coma inducido médicamente. Sus dedos eran negros, sus pies eran negros y su labio inferior era negro. Tenía sepsis completa y sus riñones estaban fallando”
Ante el panorama, el personal médico amputó las cuatro extremidades de Laura Barajas para evitar mayores complicaciones a la salud de Laura. La cirugía se dio el pasado 13 de septiembre en el centro médico en donde se atiende a la mujer.
Amigas cernadas a Barajas, han comenzado la recaudación de fondos para poder solventar los costos médicos de Laura, quien tiene un hijo menor de edad.
¿Qué es la bacteria Vibrio Vulnificus?
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la bacteria Vibrio vulnificus, puede contraerse al comer “ostras y otros pescados y mariscos que estén crudos o poco cocidos”, explican los centros; aunque, también destacan que puede ser mediante una herida abierta.
La bacteria, dicen las autoridades sanitarias, “puede causar infecciones en heridas que podrían ser mortales. Muchas personas con una infección por Vibrio vulnificus requieren cuidados intensivos o la amputación de extremidades, y alrededor de 1 de cada 5 con este tipo de infección muere, a veces después de uno o dos días de haberse enfermado”.
Los CDC señalan los signos y síntomas de una infección por Vibrio vulnificus. Entre los que destacan:
Diarrea acuosa (líquida), con frecuencia acompañada de cólicos estomacales, náuseas, vómitos y fiebre;
En el caso de las infecciones del torrente sanguíneo: fiebre, escalofríos, presión sanguínea peligrosamente baja; y lesiones en la piel con ampollas;
En el caso de las infecciones en heridas, que podrían propagarse al resto del cuerpo: fiebre, enrojecimiento, dolor, hinchazón, sensación de calor, descoloración y secreción (líquido que sale de la herida).