Lo anterior ocurre apenas unos meses después de una tragedia similar en este país acusado de laxismo en materia de reglas de seguridad en fábricas que manejan materiales explosivos.
“Recibimos informaciones (…) que confirman 23 muertos, y ningún herido“, declaró el gobernador de la provincia de Suphanburi, Nattapat Suwanprateep, dando un nuevo balance. El anterior manejaba la cifra de 18 fallecidos y contemplaba varios heridos.
La explosión ocurrió en horas de la tarde (tiempo local) en la provincia central de Suphanburi, donde está en curso un operativo para limpiar el sitio de sustancias peligrosas, precisó el funcionario.
Imágenes divulgadas por los rescatistas muestran escombros metálicos esparcidos por el piso y una enorme columna de humo negro que da cuenta de los eventos ocurridos resultados del siniestro.
“No tenemos muchos daños en otras casas o personas que viven en el poblado” vecino, indicó el policía local Theerapoj Rawangban haciendo referencia a que hasta el momento no se han reportado daños materiales que lamentar.
Según algunos medios locales, la misma fábrica ya registró un incendio en noviembre de 2022 que causó por lo menos un muerto y tres heridos a causa de la pirotecnia según trascendió en su momento.
Tailandia, con un deficiente historial de seguridad en fábricas, ha registrado varios accidentes mortales en factorías de artículos pirotécnicos en los últimos años, lo que de acuerdo con medios de la región evidencia una laxitud en los procedimientos de seguridad en esta materia.
Un ejemplo citado por la agencia AFP es el de julio de 2023, cuando diez personas perdieron la vida y aproximadamente 100 resultaron heridas por la explosión en un almacén de fuegos artificiales en la ciudad de Sungai Kolok, cerca de la frontera con Malasia.
