Autobuses y helicópteros pusieron a salvo a todos los residentes del municipio de Jiangwan, en la región de Shaoguan, ante la llegada de una nueva ola de inundaciones, según los informes, citando a las autoridades locales.

“Nunca había visto una lluvia tan fuerte en mi vida”, dijo Jiang, un residente de 72 años que sólo dio su apellido, según el diario estatal China Daily.

El tendido eléctrico y las redes de telefonía móvil quedaron interrumpidos en toda la región, mientras las lluvias provocaban peligrosos corrimientos de tierra, inundaban viviendas y destruían puentes.

Desde la llegada de las potentes tormentas la semana pasada, se han sucedido los estragos en toda la provincia y se han batido decenas de récords de precipitaciones en abril.

Esta semana, en un restaurante de Guangzhou, la capital de la provincia china, los clientes contemplaban horrorizados cómo los vientos se convertían en vendavales huracanados y derribaban árboles, al tiempo que la lluvia golpeaba la calle, mostraron videos difundidos en las redes sociales.

La provincia, propensa a las inundaciones estivales, puso a prueba sus defensas en junio de 2022 con los aguaceros más intensos de las últimas seis décadas, que obligaron a evacuar a cientos de miles de personas.

Las últimas tormentas, que han causado la muerte de al menos cuatro personas, fueron provocadas por el fenómeno meteorológico El Niño y una alta subtropical más fuerte de lo normal, un sistema semipermanente de altas presiones que circula al norte del Ecuador.

Según las autoridades meteorológicas, las temperaturas más cálidas asociadas atrajeron más aire cargado de humedad del Mar de China Meridional e incluso de lugares tan lejanos como el Golfo de Bengala, lo que provocó más lluvias y vientos.