De acuerdo con lo dicho por un funcionario a la CNN, se tuvo conocimiento del “incremento del peligro”, por lo que se dio aviso también a los encargados de la campaña del empresario.
“El Servicio Secreto se enteró del incremento del peligro por esta fuente de amenazas. El NSC contactó directamente con un alto nivel del Servicio Secreto para estar absolutamente seguros de que continuaban rastreando los últimos informes. El Servicio Secreto compartió esta información con el jefe de la unidad y la campaña de Trump fue informada de la evolución de la amenaza”.
Ante la sospecha de un presunto complot de Irán para acabar con la vida de Donald Trump, el Servicio Secreto habría aumentado la seguridad.
A decir del portavoz Adrienne Watson, la investigación sobre el tiroteo a Trump “no ha identificado vínculos entre el tirador y ningún cómplice o coconspirador, extranjero o nacional”.
Durante la campaña del republicano con miras a las elecciones de 2024, se ha advertido sobre los mítines al aire libre, como el del sábado en donde resultó herido el candidato. El Servicio Secreto considera estos lugares como de mayores riesgos para controlar incidencias.
Complot iraní no sólo va contra Donald Trump
De acuerdo con la información que se ha dado a conocer, el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos afirma que lleva “rastreando las amenazas iraníes contra exfuncionarios de la administración Trump durante años”.
Se presume que Teherán buscaba venganza por el asesinato, en 2020, del comandante de la Guardia Revolucionaria Qasem Soleimani.
“Consideramos esto un asunto de seguridad nacional e interior de la más alta prioridad”, dijo la portavoz Adrienne Watson en un comunicado.
El portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, afirmó que junto con otras agencias “reciben constantemente nueva información sobre amenazas potenciales y toman medidas para ajustar los recursos según sea necesario”.
Un joven solitario: así definen al tirador
Aunque se habla de un complot de Irán para terminar con la vida de Donald Trump, hasta el momento no se ha logrado establecer una conexión entre el tirador, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, con alguna célula iraní.
Los excompañeros de colegio de Crooks lo describieron como un estudiante “tranquilo” que a menudo parecía “solitario“, informó ABC News.
Aunque parecía “socialmente reservado”, un antiguo compañero no recordaba haberlo oído hablar de política o de Trump, según ABC.
Después del tiroteo, los investigadores encontraron un “dispositivo sospechoso” en el vehículo de Crooks, que fue inspeccionado por técnicos antiexplosivos y está siendo analizado. Señalaron que se han recogido artefactos explosivos como pruebas.
Crooks tampoco tiene afiliaciones militares, según el portavoz del Pentágono, general de división Pat Ryder. El FBI investiga el incidente como un intento de asesinato y como un posible acto de terrorismo interno.
