Después de blandir triunfalmente la portada del Washington Post con el titular "Trump absuelto", el presidente republicano atacó a los demócratas que lo acusaron de abuso de poder y obstrucción al Congreso.
Son maliciosos y viles", dijo.
Por la mañana, Trump dijo en la cita anual del Desayuno de Oración Nacional en Washington, transmitido por televisión, que "algunas personas muy deshonestas y corruptas" lo habían hecho pasar "por un terrible calvario".
El veredicto, otra prueba de la división
El proceso de destitución contra Trump comenzó en diciembre del año pasado, impulsado por los demócratas en la Cámara de Representantes tras la denuncia de que el presidente presionó a su homólogo ucraniano para que investigue a Joe Biden, su posible rival demócrata en las elecciones de 2020.
Pero el juicio político en el Senado, instancia final del proceso, terminó con la absolución de Trump. Para destituir al presidente se requiere una mayoría especial de dos tercios, por lo que al menos 20 senadores republicanos tendrían que haber votado en favor de su culpabilidad.
Incluso cuando varios de los senadores oficialistas reconocieron que las acciones de Trump fueron equivocadas, solo Romney acompañó a la oposición al votar a favor del cargo de "abuso de poder".
Romney se convirtió así en el primer senador en la historia estadounidense en apoyar la condena a un presidente de su propio partido.
Apenas conocida la absolución, la Casa Blanca declaró que Trump obtuvo "reivindicación y exoneración total".