El instituto afirma que tiene la colección más grande de cepas de virus en Asia, con mil 500 especímenes diferentes.

También posee un laboratorio P4, una instalación de alta seguridad que puede albergar cepas de los virus más peligrosos, como el del Ébola.

Existen en el mundo unos treinta laboratorios P4. Este, abierto en 2018, se construyó con la colaboración de Francia y con el objetivo de reaccionar de manera más rápida a la aparición de enfermedades infecciosas.

Los científicos del instituto contribuyeron a conocer mejor el nuevo coronavirus durante su aparición en Wuhan. Uno de sus estudios concluyó que la secuencia del genoma del virus es similar en un 80% a la del Síndrome Respiratorio Agudo Severo y en un 96% al coronavirus del murciélago.

¿Es posible una fuga?

Según el diario Washington Post, la embajada de Estados Unidos en Pekín alertó en 2018 a las autoridades estadounidenses sobre medidas de seguridad aparentemente insuficientes.

Pero los investigadores afirman que ninguna prueba sostiene la hipótesis de una fuga.

La teoría más aceptada es que el coronavirus fue transmitido al hombre por un animal. Y los científicos chinos apuntan a un mercado de Wuhan en el que se vendían animales salvajes vivos. No obstante, tampoco hay prueba formal que lo demuestre.