"Rusia tiene que salir", afirmó Trump, al recibir en la Casa Blanca a Fabiana Rosales, esposa de Juan Guaidó. Consultado sobre una eventual acción militar estadounidense en Venezuela, el mandatario insistió en que "todas las opciones están sobre la mesa" para propiciar la salida de Maduro, una frase que viene repitiendo desde hace meses, pero que esta vez pronunció con gran énfasis.
Poco antes, el vicepresidente Mike Pence, quien también se reunió con Rosales, consideró la llegada de aviones militares rusos a Venezuela una "provocación inoportuna", y pidió al gobierno de Vladimir Putin dejar de respaldar al "dictador" Maduro.
Además, el gobierno ruso confirmó el martes el envío de militares para ampliar la "cooperación" entre Moscú y Caracas, "con pleno respeto a la legalidad", dijo la portavoz del ministerio de Exteriores, Maria Zajarova.
En medio de la presión internacional para que Maduro abandone el poder, Rusia y China, principales acreedores de la deuda externa de Venezuela (estimada en 150 mil 000 millones de dólares), se han convertido en los grandes aliados del presidente socialista.