“Puebla evoluciona de manera favorable. La tendencia de contagios es estable, de seguir así, la zona conurbada de la capital podría cambiar de rojo a naranja y esperaríamos condiciones favorables para pasar a color amarillo en el semáforo epidemiológico”.
Apuntó que de seguir a la baja en números de contagio por COVID-19, el estadio Cuauhtémoc podría reabrir sus puertas en un 50 por ciento de su totalidad general, e iniciar de esta manera una reactivación económica escalonada y sin riesgo a la salud.