Su identificación y clasificación resulta importante para establecer acciones precisas de conservación de las áreas verdes que albergan estos especímenes, ya que la interacción que desarrollan dichas aves con la flora y fauna presentes en sus hábitats es un indicador fundamental para conocer la vida silvestre que mora en los parques urbanos, además de proporcionar diferentes beneficios ecológicos al fungir como dispersores de semillas y biocontroladores.
En el caso del Parque Centenario Laguna de Chapulco, el cuerpo de agua sirve como un recinto que atrae tanto a aves acuáticas, como no acuáticas, ejemplo de ello es la presencia de patos de las especies: Cucharón Norteño (Spatula_clypeata), Chinito (Bombycilla cedrorum), Pavito Migratorio (Setophaga ruticilla) y el Tecolote Bajeño (Glaucidium_brasilianun). Además, se han avistado ejemplares del Gavilán de Cooper (Accipiter cooperii), el Zambullidor Menor (Tachybatus dominicus) y el Pato Mexicano (Anas diazi).
En el Parque Cerro de Amalucan se han visto alrededor de 50 especies, donde destacan el Carpintero Bellotero (Melanerpes formicivorus), el Gavilán de Cooper (Accipiter cooperii), el Pinzón Mexicano (Haemorhous mexicanus) y el Semillero de Collar (Sporophila torqueola).
En los parques Benito Juárez y Paseo Bravo, pese a ser dos sitios con un elevado número de transeúntes, se registró un grupo de cuatro ejemplares de Gavilán de Cooper (Accipiter cooperii) y una población numerosa de Mirlo Primavera (Turdus rufopalliatus), así como de Chara de Collar (Aphelocoma woodhouseii).
Desde la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad se refrenda el compromiso de trabajar por el cuidado y conservación de los parques y zonas verdes al resguardo del municipio, con el fin de garantizar la preservación de la flora y fauna que en ellos habita.