Cuando las autoridades llegaron, los encontraron golpeados e intoxicados con alguna droga, cuya sustancia aún se desconoce. Por lo que los trasladaron para recibir atención médica.
“La niña de 6 años y el niño de 7 años. (…) Existían lesiones que implicaron el traslado de los mismos al Hospital Materno Infantil. Ambos niños se encontraban en un claro estado de desorientación”.
Laura Rodríguez, procuradora de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del estado de Durango.
La Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes se hizo cargo del cuidado y custodia de los hermanos.
“Pues ya nosotros nos quedamos a cargo mediante una mamá cuidadora que tuvimos que enviar para que estuviera al pendiente de todo lo que los médicos requirieran de medicamento o cualquier situación que implicara alguna autorización”.
Arrestan a madre y padre
La madre y el padrastro quedaron detenidos como probables responsables de maltrato infantil y por suministrarles enervantes a los menores de edad, mientras se determina quién se hará cargo de los hermanos.
“Es importante que se sepa que obviamente hubo por ahí dos personas detenidas. (…) Nosotros estamos en la fase de investigación, en lo que respecta a poder determinar si cuentan con familia o red de apoyo que pudieran hacerse cargo de ellos para evitar el ingreso a casa hogar”.
Mediante las investigaciones, se detectó que los hermanos golpeados tienen otros dos hermanos viviendo con la abuela materna, a quienes también se rescató. Por lo que, actualmente, los cuatro hermanos están bajo el cuidado del Gobierno.
Niños migrantes continúan sus estudios en Durango
En México, los niños en situación de migración pueden acceder a educación pública y gratuita. Sin embargo, al transitar por nuestro país, muchos de ellos no lo saben.
Carolina Flores, de 13 años de edad, es una excepción. Ella es originaria de Honduras y desde hace cuatro años vive junto con sus padres en la región Laguna.
Gracias a unos conocidos que ayudaron a la familia de esta adolescente, ella y su hermano mayor, Fabián, estudian en la Escuela Secundaria Técnica número 74 “Octavio Paz”; sin embargo, en otras escuelas habían sido rechazados.
Carolina es feliz viviendo en Gómez Palacio y, a pesar de que se le dificultan las matemáticas y el inglés, le gusta la escuela. Para el director de la secundaria donde estudian Carolina y su hermano, lo más importante es que a estos niños no se le niegue el derecho de estudiar