Algunos, como el Presidente López Obrador o la candidata Claudia Sheinbaum, opinan que no se debe involucrar a las familias de los políticos en elecciones; por el contrario, Xóchitl plantea que todo familiar, incluso los que no tienen cargos públicos o políticos (como Sánchez Gálvez), es persona de interés público. Así respondió, por ejemplo, a las críticas que recibió por su viaje a Houston para “exhibir” una propiedad rentada por Carolyn Adams, esposa de José Ramón López Beltrán. Y su campaña se ha basado en acusar a los hijos del Presidente de corrupción que ella no ha probado.
Gálvez abre mucho su vida personal, política y empresarial; hay tres libros biográficos o autobiográficos circulando ahora mismo y son innumerables las entrevistas en las que habla sobre ella misma. Sin embargo, no ha contado todo. Hay zonas opacas y casi cualquiera que intente armar el rompecabezas de su vida se encontrará piezas que no coinciden o, de plano, algunas extraviadas. No importaría si fuera cualquier persona, pero se trata de alguien que quiere dirigir los destinos de la República.
Esta investigación se inició –como sucede siempre– en una duda menor: en sus operaciones recientes de compra/venta de propiedades se presenta a veces con estado civil “casada” y otras como “soltera”. Conforme se fue ahondando con datos abiertos y documentos de acceso público, empezaron a acumularse las inconsistencias que se plantean aquí, en este reportaje. La periodista a cargo y sus editores coincidieron en pedir a Xóchitl Gálvez que atajara las dudas. Su decisión fue no responderlas, al menos no hasta el cierre de esta edición.
Ayer, a propósito del “video-episodio” del hijo, el excanciller Jorge Castañeda dijo que “se le recomendó a Xóchitl que se pusiera en manos de un grupo especializado de abogados y expertos para que pasaran a la báscula a ella misma y a toda su familia y descubrieran sus flancos débiles, adelantándose a este tipo de golpes bajos. Hasta donde yo me quedé, no se atendieron las sugerencias”. Por lo hallado, con menos recursos, quizás Castañeda tiene razón.
En los documentos del Registro Público de la Propiedad sobre los movimientos de compraventa de propiedades de Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, la candidata presidencial de la derecha, hay una inconsistencia sobre su estado civil, un detalle que forma parte de una cadena de irregularidades.
El 18 de enero de 2002, Xóchitl Gálvez compró un departamento ubicado en Monte Kamerún, ubicado en las Lomas de Chapultepec en la Ciudad de México. En sus datos como compradora indicó que era “casada y funcionaria pública”. Para 2021, salió el Aviso Preventivo que indicó el inicio de la adquisición de la casa de Sierra Santa Rosa —conocida luego como “la casa roja” — y para el 21 de mayo de 2021, fecha en que se concreta la adquisición, ella informó estar “soltera”. Incluso ese dato aparece de nuevo en el documento de la hipoteca.
Actualmente, la pareja de la candidata del PRI, PAN y PRD, es Rubén Sánchez, con quien además comparte una de sus dos empresas: Operación y Mantenimiento de Edificios Inteligentes (OMEI). De acuerdo con información que ella misma ha compartido, viven en “sociedad de convivencia”, que es un mecanismo legal que reconoce la unión de parejas que deciden no casarse.
Pero los documentos oficiales dan más detalles. Xóchitl Gálvez contrajo matrimonio el 8 de agosto de 1987 con Luis Ernesto Vega Chacón, de 33 años. Ella tenía 24. En la biografía, Xóchitl, de vender gelatinas a buscar la presidencia de México, escrita por Scarlett Lindero, se señala que a esa edad ella “comenzó a compartir su vida con un hombre” y que ese hombre era Rubén Sánchez.
En otra biografía, Xingona, una mexicana contra el autoritarismo, de Ivonne Melgar —publicado después del libro de Lindero—, cuenta que en 1987 conoció al papá de su hija y hubo una presión de su familia para que ella contrajera matrimonio: “conozco al papá de mi hija, me caso con él y pues él se va cuando estoy con seis meses de embarazo y me quedo sola”. Después relata que, años después, el hombre intentó acercarse a ambas pero que para ella “no existe” y cree “que para Diana existe poco”.
Sin embargo, el relato esconde inconsistencias. Diana Vega Gálvez nació el 23 de enero de 1988, fue registrada el 15 de marzo de ese año por sus dos padres: Vega Chacón y Gálvez Ruiz. Ambos firmaron el documento en el Registro Civil de Tepatepec, Hidalgo.
Pero esa acta no es la única. En un Registro Civil del entonces Distrito Federal, 100 días después, fue registrada Diana Llamas Gálvez, nacida el 23 de enero de 1988. Fue registrada por sus padres Francisco Llamas de la Fuente y Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz; él de 29 años y ella de 25.
Cada registro de Diana emitió su respectiva Clave Única de Registro de Población (CURP) y de acuerdo con los documentos en poder de SinEmbargo, para abril de 2024, ninguno de los registros públicos, el de Hidalgo y Ciudad de México, tiene constancia de cancelación sino que ambas son vigentes y en consecuencia, la hija de Gálvez, durante este tiempo, ha podido utilizar cualquiera de las dos.
Aunado a eso, sobre los datos que brindó Xóchitl en la historia con sus exparejas hay información que la contradice. De su esposo Luis Ernesto Vega Chacón, del que contó que se fue mientras estaba embarazada, hay registros de prensa de él dando declaraciones en 2002 como Director de Operaciones en el Instituto Nacional Indigenista (INI), del que Gálvez era directora en el Gobierno de Vicente Fox. El 21 de mayo de 2003, el organismo se transformaría en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
En la biografía de Ivonne Melgar sobre Xóchitl, cuenta el episodio en el que Fox trabajó en convencerla para que se uniera a su equipo y que ella tuvo que hablarlo con su pareja, Rubén Sánchez, ya que incluso fue testigo presencial.
Y ahí entra también Francisco Llamas de la Fuente, quien registró por segunda vez a Diana. De acuerdo con el Registro de Servidores Públicos, él entró a trabajar en 2002 como “Coordinador de Presidencia de la República”; un año después fue nombrado “Director General Adjunto”, los dos cargos durante la presidencia de Fox.
Para septiembre entró a trabajar con Xóchitl al INI, como coordinador. Se quedó ahí hasta 2007, cinco meses más que ella.
Pero no fue el único espacio laboral compartido, ya que de acuerdo con el Registro Público de Comercio, de la Secretaría de Economía., llamas de la Fuente aparece como fundador y accionista de High Tech Services S.A. de C.V., la otra empresa de Xóchitl. La constitución de la sociedad fue el 26 de noviembre de 2012.