Más de 6 millones de hectáreas de selvas tropicales arrasadas
El estudio reportó que la pérdida de bosques tropicales primarios llegó a 6.7 millones de hectáreas, un aumento del 80% respecto a 2023. Esta cifra equivale a una superficie del tamaño de Panamá, siendo Brasil el país más afectado, con 2.8 millones de hectáreas perdidas en medio de la peor sequía registrada en la Amazonía.
Los incendios forestales fueron identificados como la principal causa de deforestación en 2024, una alerta preocupante para regiones que, por su naturaleza húmeda, no deberían arder.
México entre los países afectados en América Latina
El reporte señala que, además de Brasil y Bolivia, México, junto a Perú, Nicaragua y Guatemala, también registró aumentos en la pérdida de cobertura forestal. La tendencia regional refleja cómo la sequía extrema, la expansión agrícola y la inacción gubernamental contribuyen a la degradación ambiental.
En datos nacionales, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) informó que entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2024, se registraron 8 mil 002 incendios forestales en las 32 entidades federativas. Estos siniestros afectaron una superficie de un millón 672 mil 215.7 hectáreas, de las cuales el 95% correspondió a vegetación herbácea y arbustiva, mientras que sólo el 5% fue vegetación arbórea.
En el caso de Bolivia, la pérdida forestal creció un 200%, superando incluso a la República Democrática del Congo, a pesar de tener una superficie boscosa menor.
Los incendios arrasan también los bosques boreales
Fuera de los trópicos, los bosques boreales en Canadá y Rusia sufrieron una pérdida récord de 5.2 millones de hectáreas cada uno. Estos ecosistemas, aunque adaptados al fuego, no pudieron resistir la intensidad de los incendios descontrolados registrados este año.
Contraste en Asia y territorios indígenas
A diferencia de América Latina, el Sudeste Asiático logró reducir su pérdida forestal. Malasia, Laos e Indonesia destacaron por políticas de conservación efectivas y la participación activa de las comunidades locales.
Un caso sobresaliente en América Latina fue el del territorio indígena Charagua Iyambae en el sur de Bolivia, donde se logró contener los incendios gracias a sistemas de alerta temprana y políticas de uso del suelo bien implementadas.
Llamado urgente antes de la cumbre climática en Brasil
Con la cumbre climática mundial programada en noviembre en la ciudad brasileña de Belém, el director global de bosques del WRI, Rod Taylor, instó a los países a establecer mecanismos de financiamiento más efectivos para la conservación.
México, como parte de las naciones afectadas, enfrenta el reto de intensificar su política ambiental para evitar seguir perdiendo su valiosa biodiversidad ante el avance del cambio climático.