La protesta se origina por los incidentes ocurridos durante la movilización del 2 de octubre, donde varios oficiales resultaron heridos.
Los agentes denuncian que en la marcha se les impidió defenderse ante las agresiones, causando lesiones a sus compañeros.
Exigen una investigación exhaustiva y sanciones para quienes ordenaron la inacción.
Además de la salida de mandos, los policías exigen mejores condiciones laborales, respeto a sus derechos y un alto a la impunidad, esperando una respuesta inmediata de las autoridades.