Estos problemas se tratan mejor bajo la orientación de médicos, dietistas o nutricionistas, o terapeutas
Los trastornos alimenticios “son problemas relacionados con la forma en que come la gente”, son perjudiciales en lo físico y en lo mental, y pueden afectar la vida social. Los más frecuentes son la anorexia, bulimia nerviosa, trastorno por atracón y trastorno por evitación/restricción de ingesta.
Anorexia
Las personas con anorexia nerviosa son muy estrictas sobre qué comer y en qué cantidad. Están pensando en las calorías constantemente. Para perder peso, las personas con este trastorno alimenticio ayunan o hacen demasiado ejercicio. Otras pueden usar laxantes, diuréticos o enemas.
Comen muy poco a propósito
Peso corporal muy bajo
Pavor a ganar peso
Imagen corporal distorsionada
Bulimia
Comen demasiado y sienten que pierden el control para dejar de comer
Ingieren grandes cantidades de comida incluso cuando no tienen hambre
Se sienten mal o culpables después de haberse dado un atracón
A menudo ganan peso, y pueden tener mucho sobrepeso
Personas con bulimia comen mucho más que lo que come la mayoría de la gente. Los trastornos alimenticios varían, y personas con bulimia pueden ser delgadas, tener peso corporal promedio o sobrepeso; sin embargo, suelen ocultar sus atracones y sus purgas (generalmente se inducen el vómito).
¿Cómo afectan los trastornos alimenticios?
La anorexia nerviosa puede conducir a problemas causados por la desnutrición y el bajo peso corporal como baja o alta tensión arterial; pulso lento o frecuencia cardíaca irregular; cansancio, debilidad, mareos, desmayos; menstruaciones irregulares; estreñimiento e hinchazón abdominal.
Si crees ser víctima de trastornos alimenticios como bulimia o cualquier otro, explícaselo a alguien, pide ayuda, consulta a profesionales, ten paciencia contigo mismo
La bulimia conduce a síntomas mencionados con la anorexia, más vómitos; uso de laxantes y diuréticos; sangre en vómitos o en las heces; erosión y caries dentales; hinchazón de mejillas (glándulas salivares); baja autoestima; ansiedad y depresión; consumo de alcohol y drogas, e ideas de autolesión.