No es tan difícil decir como terminó el debate o quien lo ganó, ya que la calma, la postura y mantener únicamente el debate en propuestas claras y sólidas de Claudia Sheinbaum fue lo mejor que se pudo observar.
Imposible que un debate deficiente, que corta la palabra para contestar un sin fin de cuestionamientos y que tuvo errores en la producción, defina totalmente el talento de los candidatos a la Presidencia de la República. No obstante, me parece que se debe resaltar la capacidad de Claudia Sheinbaum; la molestia y nerviosismo de Xóchitl Gálvez y la necesidad de Jorge Álvarez Máynes de agenciarse popularidad.
Un maestro de la UPAEP, un tanto molesto, me preguntó si me equivoqué al decirle “Lelo” a Eduardo Rivera Pérez.
Qué tan perverso debe ser Eduardo Rivera, como para contender por la gubernatura poblana cubriendo a un delincuente sexual en sus filas.
¿El encuentro de Alejandro Armenta y Eduardo Rivera, sucedido hoy por la mañana en un programa de radio, fue simple casualidad o acordada por los candidatos o planeada por el locutor para ganar una exclusiva sin pensar en las consecuencias?
Todavía no me explicó porqué le dicen “Lelo” al exalcalde, alumno adelantado de la secta ultraconservadora y fascista “El Yunque”.