Eduardo Rivera no se va a conformar con poco y es que, tras su derrota como candidato a la gubernatura de Puebla, buscará la dirigencia nacional de su partido Acción Nacional.
Independientemente de que se aclare legalmente el supuesto despojo de terrenos a familias de San Pedro Zacachimalpa, durante el rectorado de Alfonso Esparza Ortiz en la BUAP, para construir Ciudad Universitaria 2, también es trascendente saber el fondo de la división de la institución durante las elecciones del 2 de junio, que nada tiene que ver con la diversidad del voto que en cualquier institución o sector social existe, sino por los enconos que construyeron grupos al interior que buscaron por todos los medios estropear la candidatura de Alejandro Armenta, coadyuvando a la posibilidad del triunfo del PAN con Eduardo Rivera a la cabeza.
Que un periodista o empresa periodística logren convenios publicitarios con los diferentes niveles de gobierno, no es delito, como tampoco lo es tener simpatías políticas, convicciones definidas y añorar la auténtica gobernanza. El problema, para algunos, es legitimar las formas y el fondo; su falta de hombría; su ausencia de principios y valores; su gusto por la extorsión y la traición a la palabra empeñada.
“Ser gobernador no fue un sueño para mí, no lo busqué, no fue mi meta ser gobernador”, nos dijo el mandatario poblano Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien reflexionó que en 10 años de hacer política tuvo la oportunidad de llegar a la primera magistratura de la entidad.
Hoy, temprano, el gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta, desayunó en la ciudad de los rascacielos con el maestro Jorge Islas López, Cónsul General de México en Nueva York.
Con la asistencia de 2 gobernadores (Sergio Salomón Céspedes Peregrina y el electo Alejandro Armenta Mier), el pasado fin de semana se conmemoró El Día de la Libertad de Expresión, en donde estuvieron convidados