Y es que en el círculo cercano de morenistas poblanos, han dado a conocer que tuvo que sumar a Claudia Rivera Vivanco, a sus aspiraciones al gobierno del estado, toda vez que la expresidenta municipal no ha podido limpiar su imagen ante la mala calidad de trabajo de sus asesores políticos.
Esto a pesar de que quisieron trabajar en equipo en 2022, pero fue en vano; pues Rivera Vivanco se fue contra de él luego de que destapara a su hija como aspirante a la gubernatura y la hiciera a un lado.
Sin embargo, tras darse cuenta que Morena la ha dejado de apoyar por vender su dignidad política para sumarse a un político que sólo ha visto sus intereses personales, no le quedó de otra; más que traicionar su ideología y volverse a sumar con Ignacio Mier, que le ofreció migajas políticas para 2024.
La propuesta entre Nacho y Claudia es atacar mediticamente a quien encabeza las encuestas en Puebla, osea al senador Alejandro Armenta; pero ¿podrán bajar a quien obtuvo más de un millón de votos para llegar a la senaduria?
Por un lado, tenemos a un diputado federal que ha llegado a sus cargos públicos de manera directa y no por la elección del pueblo, sumando a morenovallistas exiliados y a una ex presidenta municipal que no logró tener la reelección por la falta de madurez política y malos asesoramientos de sus trabajadores.
La guerra ha iniciado, sin embargo; quien tendrá la última palabra serán los mismos ciudadanos, como analista político, sé que será muy difícil engañar actualmente a las y los poblanos y que un dedazo, o presión política, significará para el partido en 2024 un voto de castigo. ¿O no le quedó claro a Claudia Rivera tras su derrota en las elecciones pasadas?
Lo dejo a su consideración.