Las denuncias son contundentes: este personaje ejercía sin cédula profesional y realizaba procedimientos, como partos y anestesia, sin la certificación adecuada.

​Uno de los aspectos más graves es que, a pesar de estar bajo investigación y enfrentar una posible revocación de licencia, ha llegado a nuestra redacción de Código Político la alarmante noticia de que el Dr. Tizcareño supuestamente planea abrir otra clínica clandestina para seguir con sus prácticas ilegales. Este descaro, demuestra un total desprecio por la ley y la vida de las personas, y resalta la urgencia de que las autoridades actúen con contundencia.

Tanto usuarios en redes sociales, como organizaciones civiles, exigen una sanción ejemplar, que no se limite al cierre de la clínica, sino que siente un precedente para evitar futuras irregularidades. Se han sumado nuevos testimonios que denuncian malos tratos y cobros indebidos, lo que amplía la magnitud del problema.

​Aunque la fiscal ha indicado que la licencia no se puede revocar sin una sentencia judicial, la situación urge una acción contundente. 

Las autoridades de salud ya han sido notificadas y se espera una revisión de la clínica y de otros posibles casos. Es vital que se establezcan mecanismos de verificación profesional rigurosos para proteger a los ciudadanos y poner fin a este tipo de prácticas ilegales.

Asimismo, es tiempo de que el sistema de salud en Puebla se revise a fondo para evitar que la vida de las y los ciudadanos quede en manos de personas que sólo buscan lucrar a costa del bienestar ajeno.