De acuerdo a los reglamentos municipales, el prestar o entregar el arma es un delito y una falta grave que amerita su destitución, mismo que hasta el momento no se ha dado a conocer si habrá alguna sanción para este personaje por parte del presidente municipal, Filomeno Sarmiento, ni del Gobierno del estado de Puebla.
La pregunta es qué tan irresponsable son los servidores públicos y funcionarios que festejan estos actos que ponen en riesgo la vida no solo de la menor, sino de los que estaban a su alrededor.
Hace unos días el gobierno de Puebla, dio a conocer el arresto de un personaje que revendía boletos para entrar a la feria, pero no toman acciones para este tipo de delitos.
¿En qué mundo vivimos?