Y es que hace unos días su nuera demando a la vocera del gobernador Miguel Barbosa, Verónica Vélez Macuil ante ante el Tribunal de Arbitraje de Puebla una demanda laboral por despido injustificado del Sistema Estatal de Telecomunicaciones.
De acuerdo a los hechos comentados por la demandante, laboraba en el Sistema Estatal de Telecomunicaciones desde octubre de 2014, y que el pasado lunes tuvo que presentar su demanda ante el Tribunal de Arbitraje, se detalla que el despido ocurrió el pasado 19 de abril a las 9:00 horas, en las instalaciones del SET en el bulevar Atlixcayotl.
Lo anterior, luego de que se enterará que, la coordinadora de Comunicación Social y Agenda Digital del gobierno del estado (Verónica Vélez Macuil) instruyera al director del SET, Fernando Luis Sánchez Mejorada y Rojas, que prohibiera a la ahora agraviada entrar a su centro de trabajo y la obligara a renunciar, como consecuencia de los problemas personales que tuvo con su esposo, César Vélez Macuil, hijo de la funcionaria.
“(…) Al pretender entrar a mi fuente de trabajo, fui detenida por el C. Fernando Sánchez Mejorada y Rojas y me indicó que por instrucciones de la C. Verónica Vélez Macuil, coordinadora de Comunicación social y Agenda Digital del gobierno de Puebla, a partir de ese momento me encontraba despedida, y al preguntarle cuál era la causa del despido, solo se dio media vuelta e ingresó al interior del SET”, narra la demanda laboral.
Vélez Macuil lleva la misma escuela que su patrón Miguel Barbosa Huerta, quien al no parecerse algo o estar en contra de sus ideales o incluso no le gusta alguna acción contra ellos, toma cualquier tipo de represalia contra aquellos que no le besen los pies y los elogien a pesar de su falta de moralidad y pésimo trabajo.
Hasta el momento, la vocera de Miguel Barbosa no ha dado declaración alguna sobre los actos de abuso de poder que tiene contra una trabajadora, y al parecer siendo siempre respaldada de un personaje odiado por el mismo pueblo que pide su renuncia.
En que estado vivimos donde la libertad de expresión y la toma de decisiones personales deben estar bajo la guía de personajes opresores, y hasta que punto son capaces de llegar para callar a todos aquellos que alzan la voz.
Lamentaría que estemos regresando a la época del Marinismo, quien en su momento, aquellas personas que estarán en su contra los mataba o los metían a la cárcel como lo fue en el famoso caso "Lidya cacho".
Con Información de E-Consulta