Como ha sucedido durante todo el gobierno federal de la Cuarta Transformación sólo escándalos y declaraciones muy lamentables del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que cada vez generan mayor malestar entre los mexicanos y no es para menos, en las últimas afirmaciones donde defiende a los criminales y la otra donde asegura que no hay médicos en México, para recurrir a contratar supuestos especialistas de Cuba.

Realmente es muy difícil que no existan críticas contra López Obrador, cuando el mismo no se ayuda ni tantito con sus pésimos comentarios.

En el primero de los temas y su declaración de que el estado mexicano protege o cuida a los miembros de las bandas de criminales porque son seres humanos, es una bofetada en pleno rostro para los familiares de las víctimas de esas bestias que asesinan a mansalva y no actúan como personas, sino como verdaderos animales.

Durante los 42 meses que lleva el gobierno de López Obrador hay más de 120 mil muertos acreditables a homicidios dolosos y ejecuciones del crimen organizado, hay más de 90 mil personas desaparecidas y no encontradas.

Comparativamente con los anteriores presidentes en el mismo periodo de 42 meses de gobierno, con Carlos Salinas de Gortari hubo 36 mil 433 asesinatos; con Ernesto Zedillo Ponce de León subió a 50 mil 711 que significó un 39 por ciento más.

Con Vicente Fox Quesada la cifra bajó a 46 mil 167 homicidios reduciéndose 9 por ciento. Con Felipe Calderón Hinojosa subió un 15 por ciento al llegar a 53 mil 319 víctimas. Con Enrique Peña Nieto la cifra de asesinados llegó a 74 mil 737 y subió un 40 por ciento. Pero con Andrés Manuel López Obrador el número de homicidios dolosos ya llegó a los 120 mil 174 y ha significado un incremento del 60 por ciento.

Con estas cifras es clara la colusión del gobierno cuatroteista con las bandas del crimen organizado, pero es algo que el mismo presidente ha destacado y ha mostrado en forma grotesca y sin vergüenza, al ordenar liberar al hijo del Chapo Guzmán, Ovidio Guzmán o su reunión con la madre del propio Chapo.

Cuando colectivos de mujeres, de madres con hijos desaparecidos, de padres y hermanos de los hombres y mujeres asesinados, no han obtenido ni siquiera una audiencia con el Presidente.

El Presidente de México tiene la obligación constitucional de proteger a los ciudadanos mexicanos y a los delincuentes se les debe de aplicar la ley.

La posición de López Obrador simplemente se ha vuelto cada vez más indefendible.

Ahí están las cifras.

Pero ahora pasemos al tema de los médicos mexicanos y que contratará a cubanos.

En 2019 en las mismas páginas del gobierno federal y de la Secretaría de Salud un total de 47 mil médicos (hombres y mujeres) aplicaron para el examen nacional de residencias médicas para ingresar a una especialidad. Pero de todo este universo de doctores y doctoras sólo había para ingresar a la especialidad 8 mil 900 plazas, es decir que 38 mil 100 médicos generales no lograron acceder a una especialidad.

Tan sólo en ese año el 81.1 por ciento de los médicos que deseaban hacer una especialidad no lo pudieron lograr y no fue por incompetencia, sino porque el propio gobierno mexicano no se los permite.

Entonces el Presidente no debe decir que no hay médicos especialistas, porque anualmente cuando menos un mínimo porcentaje sí tiene la oportunidad de hacer una residencia medica de especialidad y pudieran ser muchos, muchísimos más.

El gobierno de México debería ampliar el número de plazas para que más doctores (hombres y mujeres) puedan realizar esos estudios de especialidad que miles de mexicanos desean.

Otro tema, que no han tocado también son los bajos salarios que perciben médicos y enfermeras del sector salud en general y ahí es donde también el gobierno debería atender ese reclamo.

Asimismo, hay que recordarle a AMLO que miles de médicos y enfermeras fueron convocados para atender a miles de pacientes durante la etapa más álgida de la pandemia de COVID 19 y el termino de los contratos los despidieron y no fueron recontratados como se les había prometido.

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