No es extraño que varios ciudadanos se quejen día a día por el mal servicio que brinda Agua de Puebla, pues además de tener una pésima estructura los cobros son verdaderamente excesivos para los poblanos.
Como ejemplo; si te cortan el suministro de agua por tener un adeudo pendiente, a pesar de que ya no cuentes con este servicio, tienes que seguir pagándolo. Haciendo así que tu cuenta siga creciendo así como los intereses.
¿Quién paga por un servicio que ya no tiene? Incluso ¿no es verdad que si te cortan un servicio como la luz, se detiene los cobros y pagas únicamente lo que has consumido, por qué entonces en Agua de Puebla tienes que seguir pagando a pesar de no tener este servicio?
En Agua de Puebla tienes que pagar por todo, incluso debes pagar el medidor que al final de cuentas se queda en el domicilio o acaso después de pagarlo ¿puedes llevártelo si cambias de domicilio?
Se han tenido casos en donde pagan mensualidades y luego estos desaparecen del sistema, y si por alguna razón la persona no tiene para comprobar el pago, ya sea porque se haya perdido el recibo o cualquier otra razón, te obligan a volverlo a pagar.
Estos casos abundan entre los ciudadanos, y son más lo que se acercan a darnos a conocer los abusos que han sufrido. Mientras más poblanos nos escriben los servidores públicos parecen únicamente servir a particulares.
¿Dónde están aquellos que decían que querían el bien para Puebla, que pidieron su voto para mejorar la calidad de vida, para evitar estos tipos de abusos y poner orden en el estado y los municipios?
La 4T en Puebla no existe bajo el yugo y dictadura de Miguel Barbosa Huerta, que se espera de un tipo que incluso se burló de la muerte de sus homólogos y pretende curar una pandemia con caldo de pollo.
Por ahora espero que el presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, después de que regrese de resolver los asuntos personales que lo obligaron a ausentarse en su regreso, mire las denuncias y de fin a los abusos de Agua de Puebla, y no se porte como los demás alcaldes que están bajo las órdenes de un dictador que busca únicamente su satisfacción personal.
