Asimismo, era utilizado en rituales llevados a cabo por los sumos sacerdotes, o consumido por los guerreros y doncellas que se ofrecían en sacrificio a los dioses.
El consumo de esta bebida embriagante también estaba permitido para las personas mayores de 50 años, pues las personas mayores contaban con la jerarquía y la sabiduría para poder gozar de los dones de esta bebida.
El pulque es asociado generalmente a la Diosa Mayahuel, que es la diosa del agave, sin embargo, otras bebidas como el mezcal y el tequila que también provienen del agave -aunque de otro tipo- están referenciados a esta diosa.
Durante el porfiriato, el pulque era conocido como una bebida de gran identidad nacional, pues la producción del agave estaba en auge y la proliferación de las pulquerías en el centro del país hacía de esta actividad un negocio rentable.
Sin embargo, tras la Revolución mexicana la producción del agave comenzó a disminuir, y el consumo del pulque se fue haciendo cada vez menos común. Algunos historiadores, creen que el pulque al ser perecedero se volvió menos rentable, en comparación con otros licores como el tequila, que también se extraen del agave.
El pulque; que cuenta con una importante carga cultural, pues el legado de su preparación artesanal y el sentido que tenía para las civilizaciones prehispánicas de nuestro país, le hace tener un sentido cultural de gran trascendencia.
Actualmente, esta bebida prehispánica cuenta con su día denominado “Día Nacional del Pulque” el cual se celebra el primer domingo de febrero.
Una bebida mexicana con sabor único, con peso cultural el cual debe ser probado por quienes no han tenido este gusto. Y tú ¿Ya lo probaste?