La Leyenda de la Casa del Perro en Puebla está basada a principios del siglo XVIII, cuando llegó a vivir a la ciudad de Puebla el Sr. Juan de Illescas con su familia, una bella esposa y una hermosa hija.
Hasta 2018, la población en México en situación de pobreza era de 51.9 millones, pero de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reveló que, entre 2018 y 2020, hubo un incremento llegando a 55.7 millones de personas, es decir, un aumento de 41.9% a 43.9%.
Sobre la Laguna de Aljojuca hay varias leyendas, la más conocida es la de una niña pastora que llevaba a sus borregos a pastar cerca de una barranca. En una ocasión, uno de los borregos se perdió; la pastorcita lo buscó pero no tuvo éxito.
Se dice que las monjas y las mujeres que habitaron este espacio religioso sufrían de abusos, violaciones, confinamientos y castigos inhumanos a modo de infligir sufrimiento relacionado con el amor a Dios o simplemente por no seguir las normas religiosas.
Puebla está llena de leyendas y misterio una de las más conocidas es la de la monja que se aparece por las noches y es que antes de ser el instituto cultural de Puebla, fue el resguardo del archivo estatal, y antes al parecer un convento jesuita.
Durante el Porfiriato, la entonces lujosa zona de la Avenida Juárez fue el hogar de cientos de familias ricas e influyentes, donde surgió una de las leyendas más conocidas por los poblanos: La casa de los enanos.
La leyenda narra que el primer obispo de la Nueva España, Fray Julián Garcés, tuvo un sueño recurrente.
La mayoría de las leyendas poblanas data de la época virreinal, una de las leyendas más significativas en el estado es sin lugar a duda el de la China Poblana.
Antes de la autopista Puebla-México, se tuvo una era de fracaso para construir un camino que diera a la capital del Virreinato sin que este se derrumbara.
México sólo tiene un avance del 75% de 3 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.