El Pontífice señaló que la crisis mundial por la emergencia sanitaria ha hecho que otras emergencias humanitarias queden empañadas y pasen a segundo plano.
El Papa señaló, a manera de recuerdo, que Jesús también sufrió la necesidad de ser un migrante, cuando tuvo que huir a Egipto por la persecución de que su pueblo era objeto y sufrió en carne propia las incomodidades, miedos e incertidumbres de ser refugiado.
“Jesús está presente en cada uno de ellos, obligado, como en tiempos de Herodes, a huir para salvarse”, dijo en su mensaje el Papa, con lo cual lamentó que hoy en día haya grupos de personas que se encuentren en la misma situación.
Durante el 2020, el silencio se apoderó por semanas enteras de nuestras calles. Un silencio dramático e inquietante, que, sin embargo, nos dio la oportunidad de escuchar el grito de los más vulnerables, de los desplazados y de nuestro planeta gravemente enfermo".
Con este mensaje, llamó a no olvidar a los refugiados y a los migrantes, y a considerarlos como prioridad en las agendas de ayuda humanitaria internacional.
También reconoció a todos los que han sufrido marginación, rechazo, abandono o acoso a causa de la nueva cepa de coronavirus.
Francisco reza por el fin de la pandemia de COVID-19
El papa Francisco y el líder musulmán Ahmed al-Tayeb oraron junto junto con los creyentes de muchas religiones para pedir por el fin de la pandemia de coronavirus.
Durante el rezo, el Papa, líder de 1.300 millones de católicos, recordó que existen otras pandemias que causan millones de muertos, como la "pandemia del hambre", "la pandemia de la guerra" y la de los niños "sin educación".
"En los primeros cuatro meses de este año, 3 millones 700 mil personas murieron de hambre. Existe la pandemia del hambre. En cuatro meses, casi 4 millones de personas", lamentó el pontífice argentino, sumamente sensible a los temas sociales.