De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Salud, 36 de esos casos eran infecciones domésticas registradas en la capital, Pekín, donde el surgimiento de nuevos contagios ha provocado que se confine a varios barrios residenciales.
A medida que crecen las preocupaciones por un posible resurgimiento de la epidemia en el país, las autoridades decidieron cerrar un mercado de carnes en la ciudad, donde cientos de policías, muchos de ellos con máscaras y guantes, y decenas de policías paramilitares fueron desplegados, para evitar el tránsito de la gente.
Los nuevos contagios han provocado preocupaciones sobre la seguridad de la cadena de suministro de alimentos, y también se han cerrado algunos otros mercados en la ciudad.
Las autoridades de supervisión de mercados de Pekín ordenaron una inspección de seguridad alimentaria en toda la ciudad centrada en carne fresca y congelada, aves y pescado en supermercados y almacenes.
A la fecha se han cerrado las puertas de nueve escuelas y jardines de niños cercanos, en tanto que el gobierno de Pekín ha retrasado el regreso de los estudiantes a las escuelas primarias.
También se reportaron dos casos de contaminación local en la provincia de Liaoning, con lo cual crece el temor de que la pandemia resurja en China, donde brotó en diciembre pasado en la ciudad de Wuhan.
Las autoridades controlaron la expansión del nuevo coronavirus con un férreo confinamiento, que fue levantándose a medida que los contagios comenzaron a reducirse.