“La carga epidemiológica continúa siendo muy alta” y “las medidas restrictivas actuales (…) fueron prolongadas hasta el 14 de diciembre”, anunció en conferencia de prensa el portavoz del gobierno, Stelios Petsas.
Impuesto a partir del 7 de noviembre, el confinamiento total, acompañado del toque de queda nocturno, ya había sido extendido una semana, hasta el 7 de diciembre.
“La reanudación progresiva de la actividad económica y social se postergará“, prosiguió Petsas, lamentando que “la estabilización o reducción del número de contagios se produce a un ritmo más lento que lo esperado”.
Grecia resistió la primera oleada de la pandemia de coronavirus registrando una tasa de mortalidad relativamente baja comparada con las sufridas por sus vecinos europeos. Pero, en la segunda ola tuvo que lamentar decenas de muertes diarias desde finales de octubre.
Hasta ahora, más de 2 mil 600 personas murieron por coronavirus, 90 de ellas el miércoles, y más de 600 pacientes están internados en unidades de cuidados intensivos.
“Numerosos hospitales del norte del país continúan bajo presión”, lamentó el vocero.
Petsas indicó que las primeras vacunas se recibirán a comienzos de enero, y se espera inocular dos millones de personas (un 20% de la población) cada mes.
La vacunación tendrá carácter voluntario y el personal sanitario y los ancianos tendrán prioridad.
El primer ministro Kyriakos Mitsotakis anunció la semana pasada que se vacunará junto con su familia, e instó a sus compatriotas a hacer lo mismo.