A continuación una lista con algunos de los funcionarios que dejaron sus cargos:
Secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen
Nielsen sirvió como especialista en ciberseguridad en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), y luego como asistente del primer secretario del DHS de Trump, John Kelly.
Cuando Kelly se fue a la Casa Blanca como jefe de gabinete en julio de 2017, Nielsen fue como su adjunta pero un par de meses después estaba de vuelta en el DHS, esta vez como secretaria.
Se convirtió en la cara de la política contra la inmigración de la administración de Trump, e incluso de la ampliamente condenada práctica de separar a los niños migrantes de sus padres, a pesar de que no la compartía.
Secretario de Interior, Ryan Zinke
Zinke fue uno de los principales ejecutores de los esfuerzos de Trump para reducir las protecciones ambientales en Estados Unidos.
Logró mantener su puesto durante unos dos años a pesar de una serie de escándalos por gastos, incluyendo informes de que su departamento se disponía a pagar 139 mil dólares para mejorar tres juegos de puertas dobles en su oficina, un costo que luego dijo que negoció hasta 75 mil dólares.
Jefe de gabinete, John Kelly
A Kelly, cuyo cargo lo ubicó como el funcionario más cercano al presidente, se le atribuye haber ayudado a restaurar en cierto grado el orden en la Casa Blanca.
Pero en el proceso se enfrentó con miembros del clan Trump.
Trump llegó a decir que lo quería en el equipo hasta las presidenciales de 2020, pero luego la relación entre ambos se enfrió y Kelly se fue.
Fiscal general, Jeff Sessions
Sessions fue el primer senador republicano que respaldó la postulación de Trump en 2015. Tras la victoria en 2016, Trump lo recompensó con el cargo de jefe del Departamento de Justicia.
La relación entre ambos se agrió rápidamente después de que Sessions se retiró de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre si la campaña de Trump se coludió con Rusia para lograr la elección.
Embajadora ante la ONU, Nikki Haley
Haley fue una estrella del gobierno de Trump, que dejó a finales del año pasado.
En un escenario internacional complicado, se convirtió rápidamente en una astuta defensora de la política exterior de Trump, utilizando un lenguaje fuerte contra Corea del Norte, Siria e Irán.
Haley no temía decir lo que pensaba, a menudo en un lenguaje poco diplomático, y se ganó la reputación de enfrentar a Trump cuando sentía que era justificado.
Jefe de Medio Ambiente, Scott Pruitt
El mandato del jefe de la Agencia de Protección Ambiental, Scott Pruitt, estuvo rodeado por el escándalo y Trump lo expulsó en julio pasado.
Pruitt, vinculado a industrias de combustibles fósiles, fue acusado de usar su posición para enriquecer el estilo de vida de su propia familia en violación de la ley federal.
Secretario de Estado, Rex Tillerson
Rex Tillerson, exdirector ejecutivo de Exxon, fue despedido por Trump en marzo de 2018, poniendo fin a un mandato rocoso como secretario de Estado.
Tillerson estaba frecuentemente en desacuerdo con el presidente en materia de diplomacia. En particular, discreparon sobre el acuerdo nuclear con Irán, del cual Trump se retiró.
Jefe estratega, Steve Bannon
El arquitecto de la campaña nacionalista-populista de Trump y luego estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon, fue apodado el "príncipe de las tinieblas" y el "presidente en la sombra".
Su nacionalismo económico se convirtió en el eje de las políticas de Trump.
Los constantes choques de Bannon con otros asesores se hicieron insostenibles, al igual que sus vínculos con la extrema derecha. Bannon dejó la Casa Blanca en agosto de 2017.
Asesores de Seguridad Nacional, Flynn y McMaster
Michael Flynn, un teniente general retirado, estaba siendo investigado por sus contactos con Rusia y se declaró culpable de mentirle al FBI. Duró solo 22 días como asesor de Seguridad Nacional. Su reemplazo, HR McMaster, también teniente general, duró apenas un año.