El Gobierno municipal de Nueva York declaró este martes una emergencia sanitaria pública debido a la epidemia de sarampión, lo cual le permite exigir la vacuna contra el sarampión, paperas y rubeola (MMR por sus siglas en inglés) a todos los residentes de las zonas afectadas de Williamsburg, un barrio chic donde también viven muchísimos judíos ortodoxos.
Inspectores sanitarios verificarán los carnets de vacunación de todas las personas que hayan estado en contacto con los enfermos, y aquellos sin la vacuna pueden recibir una multa de mil dólares o ser procesados con hasta 15 días de prisión.
"No hay dudas de que las vacunas son seguras, efectivas y pueden salvar vidas", dijo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio en un comunicado. "Urjo a todos, especialmente a aquellos en áreas afectadas, a recibir la vacuna MMR para proteger a sus hijos, familias y comunidades".
Declaración de emergencia
La declaración de emergencia sanitaria llega tras la decisión del Gobierno municipal de ordenar a todas las "yeshivas", las escuelas judías ortodoxas, y a todas las guarderías que atienden a la comunidad judía ortodoxa en Williamsburg a excluir a estudiantes que no han sido vacunados, o de lo contrario a enfrentarse a un eventual cierre del establecimiento y a ser procesados.
Hasta ahora se han confirmado 285 casos de sarampión desde el comienzo de la epidemia en octubre, la gran mayoría niños y adolescentes (246 casos) que no fueron vacunados.
Los médicos creen que la epidemia que afecta a la comunidad judía ortodoxa de Nueva York se originó en Israel, donde se registraron unos 2.700 casos de sarampión en 2018.