Sin embargo, al ser comunes las temperaturas de -38 °C durante el invierno en la capital de la República de Sajá, los pobladores parecen estar acostumbrados a los -40 °C de los últimos días, siendo los foráneos, que en su mayoría acuden a vender pescado, quienes más resienten el gélido invierno al noreste de Rusia.
En invierno la temperatura ronda los -38 °C, en verano es de 19 °C. Foto: Reuters
Y es que desde el fin de semana un aire gélido proveniente del ártico recorre la región, provocando la ola de frío anormalmente prolongada que bajaría las temperaturas hasta los -65 °C en algunas zonas remotas de la urbe de más de 300 mil habitantes, convirtiéndola en la tercera más poblada del lejano oriente.
Ahí, entre los puestos de pescado congelado, lo habitantes recomiendan vestirse en varias capas, “como una col”, mientras varios llevan dos bufandas y varias capas de guantes, gorros y capuchas, pues destacan no poder dejar de trabajar pese a las inclemencias el clima.
Los visitantes, quienes más han resentido las gélidas temperaturas. Foto: Reuters
Ante ello, es común ver las casas, comercios y edificios de la ciudad capital inmersos en una niebla blanca, mientras los semáforos y árboles envueltos en una “tela” de espeso hielo son una vista normal, pues en julio, cuando hace más calor, las temperaturas máximas llegan a los 19 °C.
Ya es famoso por su ambiente
Asimismo, ya en 2018 los habitantes de Yakutsk se hicieron famosos por su invierno, cuando acusaron que a varios se les habían congelado las pestañas debido a las bajas temperaturas.
En 2022 Yakutsk fue cubierta por el humo de los incendios forestales. Foto: AFP
Mientras que a mediados del año pasado destacó la nube de humo, que dejaron los incendios forestales que arrasaron los bosques cercanos, cubrió la región, situación que despertó preocupación entre la comunidad científica por su cercanía con el Ártico.