Y yo me pregunto: ¿A qué regresarán?
Insisto, porque hay políticos que creen que mediante mensajes falsos pueden engañar a una sociedad en tiempos de la tecnología y redes sociales, donde todo se da a conocer, y las mismas personas son testigos de la mediocridad de sus servidores públicos.
No hay nada peor que fallarle a quienes confiaron en su momento para mejorar a su ciudad, el último informe de Adán Domínguez fue una de las mentiras más grandes que se dio a conocer en las y los poblanos.
Delincuencia, asesinatos, crimen organizado, saqueo y venganza política es la herencia que dejaron estas dos bazofias humanas, quienes además cínicamente prometen regresar a la vida política.
Por un lado, Eduardo Rivera sigue en busca de la dirigencia estatal del PAN para de ahí volver a buscar un cargo de elección popular en 2027, y no se asombren si quiere de nuevo la alcaldía de Puebla.
Por otro lado, Adán Domínguez es su peón de Eduardo Rivera en este juego de ajedrez político, al que puede sacrificar para poder seguir manteniendo su poder.
Ojo, hay que tener a estos dos personajes bajo la lupa.
Porque, así como saquearon a la capital poblana y arremetieron su venganza contra empresarios y vendedores del centro histórico por no votar por ellos; imagínense que harían en las cupulas del panismo con quienes no quisieron sumarse a su proyecto.
No cabe duda que la ambición del poder es más grande que la vergüenza y la dignidad.